Se suprimen los actos de la festividad de Nuestra Señora la Virgen del Pino

Se está elaborando un protocolo para regular la peregrinación durante los meses de julio, agosto y septiembre al santuario de la Virgen del Pino en Teror

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Teror.- La festividad en honor a Ntra. Sra. del Pino, que cada mes de septiembre congrega en Teror a miles de peregrinos/as y visitantes, se celebrará este año sin la solemnidad de los actos tradicionales multitudinarios, como medida de prevención para evitar concentraciones masivas de personas y garantizar la seguridad sanitaria de la ciudadanía.

Ante la situación generada por la pandemia de la Covid-19, la Delegación del Gobierno, la Diócesis de Canarias y su parroquia de Teror, el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Teror, han acordado por unanimidad suprimir todos los actos solemnes religiosos y festivos multitudinarios.

Por tanto, no se llevarán a cabo este año el acto de lectura del pregón de las fiestas, que iba a realizar la ministra de Política Territorial y Función Pública del Gobierno de España, Carolina Darias, y que será aplazado al próximo año; los actos de Bajada y Subida de la imagen de la Virgen del Pino desde su Camarín; la tradicional Romería-Ofrenda el 7 de septiembre; las ferias de ganado y artesanía; los actos musicales, culturales o deportivos; las solemnidades del acto institucional en la Misa del Día del Pino y del Día de las Marías, y las procesiones de ambas jornadas.

Las autoridades civiles y eclesiásticas están elaborando un protocolo que se presentará próximamente para regular la peregrinación hasta el santuario de la Virgen del Pino en Teror durante los meses de julio, agosto y septiembre, con el fin de evitar aglomeraciones y procurar medidas de seguridad sanitaria.

En la Comisión de seguimiento celebrada el pasado 3 de junio en el Palacio Episcopal de Teror, con la participación de la subdelegada del Gobierno en Canarias, Teresa Mayans, el vicario general de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera, el alcalde de Teror, Gonzalo Rosario, la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, el cura párroco de Teror, Jorge Martín de la Coba, el vicario parroquial de Teror, Venerando Novelle, y el concejal de Festejos, Henoc Acosta, además de técnicos del Ayuntamiento de Teror y del Cabildo insular, se adoptó esta decisión como medida de prevención ante el riesgo que supone una concentración masiva, sólo dos meses después de recuperar la “nueva normalidad”.

Por otra parte, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el consejero regional de Sanidad, Julio Pérez, han comunicado al alcalde de Teror, Gonzalo Rosario, que es acertada la resolución tomada por la Comisión de seguimiento de las Fiestas del Pino, que atiende a la incertidumbre que genera la pandemia de la Covid-19, y a la excepcional naturaleza y repercusión social de unas fiestas que congregaron en Teror el pasado año a más de 200.000 personas.

Aunque los actos principales de la Fiesta del Pino se desarrollarían a principios del mes de septiembre, una vez concluido el estado de alarma y cuando en teoría todo el país proseguiría recuperando la movilidad y se situaría en la nueva normalidad tras la pandemia de la Covid-19, la organización ha antepuesto la prudencia y la seguridad de la población a la hora de adoptar estas medidas, en el marco de un escenario sanitario cuya evolución se desconoce y obliga a la cautela, máxime cuando la prioridad institucional en estos momentos es la salud y la situación social de la población afectada por la crisis sanitaria.

Hay que recordar que otras fiestas tan arraigadas en Canarias como la Bajada de la Virgen de las Nieves, en La Palma, las de San Juan de Arucas, en Gran Canaria, y también en la península, como El Rocío, en Huelva, El Carmen, en Málaga, la Semana Grande de San Sebastián y Bilbao, o San Isidro, en Madrid, entre otras muchas, asimismo han tenido que suspender por la misma razón sus principales actos.