Tenerife implementa un sistema de alerta temprana pionero en Canarias para anticipar y gestionar el riesgo de inundaciones en zonas prioritarias, reforzando la seguridad ante fenómenos meteorológicos extremos
Santa Cruz de Tenerife.- El Cabildo de Tenerife ha implementado un innovador sistema de alerta temprana que fortalece la preparación y respuesta ante fenómenos meteorológicos adversos, en particular lluvias intensas, lo cual es una medida clave para proteger a la población y los ecosistemas de la isla. Este sistema, único en Canarias, se integra en el Plan Especial de Gestión de Riesgos de Inundación, un proyecto que permite actuar de manera anticipada en las áreas más vulnerables del territorio insular.
Innovación en tecnología de detección y monitoreo
El sistema incorpora tecnología avanzada diseñada para prevenir y monitorear en tiempo real el impacto de lluvias intensas en Tenerife. Este sistema cuenta con una red de limnímetros estratégicamente ubicadas en ocho barrancos considerados de alto riesgo, entre ellos el Barranco de San Felipe, el Barranco del Infierno y el Barranco de Santos. Estos dispositivos miden de forma continua el nivel de agua, alertando ante posibles desbordamientos, lo que permite una respuesta rápida y eficaz en caso de emergencia.
Para fortalecer aún más esta red de monitoreo, el Cabildo ha instalado un segundo radar en la Cruz de Gala, en Buenavista. Este radar, junto al de Taborno, garantiza una cobertura completa de la isla, mejorando la capacidad de predicción y reacción ante eventos meteorológicos severos.
Identificación de zonas de riesgo y medidas preventivas
El Plan Especial de Gestión de Riesgos de Inundación ha identificado, además de los barrancos, una serie de puntos críticos en localidades como Santa Cruz y Guía de Isora. En estas áreas se han implementado medidas correctoras para reducir el riesgo de desbordamientos. La identificación y el monitoreo constante de estas zonas son esenciales para garantizar la seguridad de las infraestructuras y de las comunidades locales, preparándolas para enfrentar fenómenos meteorológicos extremos.
Dentro del Plan Hidrológico de Tenerife, se han diseñado medidas estructurales y acciones preventivas en estas áreas de riesgo, con un enfoque de adaptación a los cambios en el clima y el terreno, factores que agravan las amenazas de inundación. El sistema, al recopilar y analizar datos, ajusta sus predicciones y respuestas en función de la evolución del entorno, convirtiéndose en una herramienta dinámica y adaptativa que mejora continuamente su precisión.
Colaboración institucional para una respuesta coordinada
La puesta en marcha de este sistema ha sido posible gracias a la colaboración entre el Cabildo de Tenerife, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y el Consejo Insular de Aguas. Esta cooperación permite optimizar las predicciones meteorológicas y coordinar una actuación rápida en toda la isla, uniendo esfuerzos para proteger tanto a los residentes como a los visitantes de Tenerife.
Además, la información generada por el sistema de alerta temprana se transmite en tiempo real a Protección Civil, facilitando que este organismo tome decisiones informadas y aplique medidas preventivas con antelación, minimizando el impacto de las lluvias intensas en las áreas más expuestas.
Preparación continua frente a cambios climáticos
El Cabildo de Tenerife ha mostrado su compromiso constante con la seguridad y bienestar de la población mediante la implementación de tecnología avanzada y el desarrollo de una infraestructura de respuesta ante emergencias que contribuya a reducir el riesgo de inundaciones en la isla. La experiencia reciente en otros territorios con fenómenos de lluvias intensas ha evidenciado la vulnerabilidad frente a eventos climáticos extremos, una realidad que ha motivado a Tenerife a redoblar esfuerzos en la gestión y prevención de riesgos.
Esta iniciativa no solo fortalece la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia, sino que también posiciona a Tenerife como un referente en la implementación de sistemas de protección ambiental y resiliencia ante el cambio climático.