Me parece, por lo que nos cuenta nuestro Gobierno, que todo está resuelto y que lo de la crisis es ya de otra época. Quizá, no lo sé con certeza. Sin embargo, sigo viendo los mismos problemas en los mismos lugares, gentes sin poder salir de su miseria y sin un futuro predecible, gentes que esperan meses para que lo vea un especialista en salud o para que le arreglen un poco en un quirófano, para que le reconozcan una discapacidad, o para que le otorguen una ayuda para poder comer cada día.
Me parece que las ONG tienen aún más colas del hambre mientras los políticos se suben el sueldo (el Gobierno de España se subió el salario y ellos, por lo visto, son funcionarios). ¿Sabes cuánto gana tu alcalde y su equipo de gobierno? ¿Crees que quien, con un sueldo anual superior a los 50.000 euros se cree mal pagado, sabe lo que es la inflación, la subida de la luz o lo que cuesta en el supermercado un litro de leche? Pues prepárate, en nada, en mayo de 2023, tendrás que volver a votarles para que sigan ganando su sueldo de miseria; después, otros cuatro años a ver si consiguen arreglarte lo tuyo, o lo mío, o lo del otro.
Me parece que no aprendimos nada después de lo de 2008, porque seguimos siendo una comunidad dedicada al monocultivo del turismo -aquí, todos camareros-, ayuntamientos y cabildos están empeñados en seguir construyendo hoteles y el Gobierno canario dando licencia tras licencia -eso sí, si el ayuntamiento es sociolisto (preguntar en Arico), o desde la Consejería de Turismo se aplican inversiones espectaculares para promocionar Canarias sin que la patronal hotelera y los turoperadores ponga ni un solo euro en ninguna feria nacional o internacional, para eso la promoción ya la pagamos los “camareros canarios”. Seguiremos igual que siempre, nuestro futuro seguirá siendo el mismo. Desgraciadamente, ninguna institución canaria se plantea, a día de hoy, valorar otra alternativa de futuro que no sea el turismo.
Me parece, ahora que está acabando esta legislatura, que el “Pacto de las Flores” fue más de lo mismo, lo de siempre, unos cuantos más se pusieron de acuerdo para gobernar y todo sigue igual. Bueno, igual no, ahora te quito a ti de aquí y pongo a este. El problema es que cuando las flores se cortan y se ponen en un jarrón acaban marchitándose. No se salvan ni con aspirina. Es ley de vida. Este Gobierno ha sido un gran ramo de flores cortadas colocadas en ese magnífico jarrón de barro cocido que es Canarias. El jarrón aguanta, pero las flores se marchitan. ¿Por qué no hay legislatura que pueda terminar sin que algunos hayan metido la mano en la caja de lo público? A saber cómo acabará el “caso mascarillas” y el montón de contratos más que están pendientes de fiscalizar.
Me parece que algunos no se han ganado el sueldo, que nos han timado y, si no, hablemos de migración, interinos, transporte, aguas canarias, REF, PAC, RIC, sanidad, caso mascarillas, licencias urbanísticas, Ley Turística, usos residencial y turístico, La Palma y el volcán, costas, carreteras, vivienda, paro, reto demográfico, discapacidad, Ingreso Mínimo Vital, renta ciudadana, mayores… y unas cuantas más que no enumero para no aburrir.