Donde dije digo, ahora digo Diego. Es una frase hecha, común, que define muy a las claras la nueva política que practican los concejales del actual grupo de gobierno de La Laguna. Aquellos que durante el anterior mandato se oponían a las iniciativas del gobierno de Coalición Canaria, simplemente porque su origen era nacionalista, sin tener la más mínima empatía e interés en las demandas de los ciudadanos. Lanzaron sus órdagos sin despeinarse siquiera. Pero el tiempo y la posición de gobierno pone a cada uno en su sitio y obliga a cambiar los discursos, aunque le añadan giros a su favor con total descaro. En estos siete meses de mandato han tenido que aprobar el mismo expediente que llevamos a pleno, que ellos nos rechazaron, para saldar la deuda municipal del Ayuntamiento y salir del plan de ajuste con dos años de antelación. Claro, lejos de admitir que el trabajo lo hizo Coalición Canaria sin mermar ni un ápice los servicios básicos de la ciudadanía, se dedican a hablar de la herencia. Sí, por supuesto, han heredado proyectos de progreso, de desarrollo y modernidad para nuestro municipio, una herencia con un horizonte de bienestar para nuestros ciudadanos. Pues la gestión es fruto del trabajo, trabajo y más trabajo de meses y años.
Valgan los ejemplos. Dejamos la deuda municipal a cero; firma del contrato con Titsa, un contrato que logramos cerrar tras años de reuniones con el Cabildo para obtener ser parte de esta empresa con una acción y poder decidir sobre el transporte urbano del municipio; la rehabilitación de las ruinas de San Agustín, un expediente trabajado por el equipo de Coalición Canaria que dejamos ultimado para sacar a licitación; la firma del convenio de Las Chumberas, elaborado conjuntamente por los equipos de las tres administraciones canarias y solo a falta del sí de Madrid, que lo alargó a conciencia y sin tener en cuenta a los vecinos y vecinas del barrio para, tras las elecciones, solo sacar rédito político y ganar cuotas de pantalla y titulares en los medios de comunicación; el Plan General de Ordenación que tanto ríos de tinta crítica llevaron, que ahora van aprobando a trocitos, porque el trabajo no eran tan malo como decían, pero lo lamentable es que hablan de un gasto desmesurado en la elaboración del PGO, pero tienen la cara de decir que van a externalizar la redacción final del Plan cuando todo el proceso se ha llevado a cabo desde la propia Gerencia de Urbanismo; habrá que ver cuánto costará a los bolsillos de los laguneros y laguneras.
En el ámbito cultural, la incompetencia de este gobierno local está retrasando el programa Aguere Tradición y anularon el proyecto del Canto Común, señero en nuestro municipio; la estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI) para Taco y La Cuesta, un gran proyecto dotado con 15 millones de euros venidos de fondos FEDER que en vez de empezar a gestionar dicen que lleva dos años parados, otra burla al ciudadano, pues tras la resolución definitiva en diciembre de 2018, preparamos durante cinco meses un trabajo administrativo intenso, hasta que llegó mayo de 2019, y es ahora de su entera responsabilidad gestionar los 15 millones de euros o perderlos para siempre. Proyectos dedicados a la ciudadanía paralizados como los planes de rehabilitación y mejora de las viviendas, pero eso sí, se lamentan de la situación de las personas que acuden a Bienestar Social porque se les acaban las posibilidades para buscarles un alojamiento alternativo; lo lamentable es que el concejal responsable hable de que le da pena en vez de ponerse al frente, dar la cara, y atender a cada uno de los vecinos y vecinas que acuden a servicios sociales.
Existen muchos más ejemplos, pero veamos otro ejemplo del nivel de incompetencia que desprenden. Presentan la documentación para obtener una subvención directa de casi 260.000 euros para las escuelas infantiles que saca el Gobierno canario y la dejan escapar por no justificarlas. La Laguna cuenta con siete escuelas infantiles, que mal les pese a ellos y ellas, puso en marcha Coalición Canaria, incluso la última en el barrio de San Matías hace unos dos años. Es un servicio para menores de 0 a 3 años, totalmente gratuito, que ayuda a conciliar la vida laboral y familiar, en el que se atienden a unos 300 menores y con una inversión media anual de 1,3 millones de euros y el nuevo gobierno pierde un dinero que ayudaría a pagar gastos corrientes. Simplemente inaudito y lamentable viniendo de las fuerzas que se llaman de progreso y que ayudan a los más desfavorecidos.
Poco a poco se les va cayendo la careta de que los que se llaman asamblearias y abanderados de la participación; un ejemplo es la reciente reunión sobre la ampliación de la línea 1 del tranvía hacia el aeropuerto. Los que asistieron fueron claros no solo expresando su parecer, sino cuestionando que los dirigentes locales se les pasara por la cabeza que la voz de La Laguna se debe tener en cuenta. Es su forma de actuar que también han demostrado cuando quieren amordazar el peso y la voz que representa el grupo mayoritario, no solo de la oposición sino de la corporación y pese a ello limitan nuestra presencia en las comisiones municipales y no nos otorgan los espacios en las Tenencias Municipales para atender a los vecinos y vecinas.
Nos han presentado de manera triunfalista unos Presupuestos para el 2020, pero unas cuentas donde no se baja ni un céntimo de euro ni las tasas ni los impuestos municipales pese a que concejales, hoy en el gobierno local, durante el mandato pasado nos lo exigían. Unos presupuestos deslavazados, carentes de proyecto de futuro para nuestro municipio, unas cuentas que responden a un reparto entre los partidos que forman el gobierno, porque les aseguro que deben hacer esfuerzos de equilibristas para poder continuar y mantenerse. Esperemos que no tomen a La Laguna y a su ciudadanía como un simple juego de mesa, los laguneros y laguneras merecemos mucho más.
José Alberto Díaz Domínguez
Portavoz del Grupo Municipal de Coalición Canaria-PNC en La Laguna