¡Madre mía! Qué hubieran dicho nuestros abuelos y padres de nuestra generación y anterior a la nuestra si supieran lo que es y significa la inteligencia artificial. Sin duda, hemos avanzado muchísimo en las nuevas y grandes tecnologías, especialmente en Internet y en la informática. También, en la ciencia de la medicina y en otros campos de la investigación. Por si fuera poco, en el desarrollo y avance de la evolución de las herramientas del presente y futuro, ha nacido una estrella que de pronto se ha convertido en protagonista, eclipsando a todos aquellos avances que hasta hora venían siendo los pilares de la evolución del mundo de las tecnologías.
Esa estrella, ese nuevo protagonista se llama inteligencia artificial, la cual proporciona grandes ventajas comunicacionales, comerciales y empresariales. Todo ello ha hecho que se posicione como la tecnología esencial de las próximas décadas. Transporte, educación, sanidad, cultura, turismo… ningún sector se resistirá a sus encantos. ¿Estaremos hablando del sustituto del ser humano? No lo sé, pero no deja de ser curioso.
Observando todas las características y todo lo que puede hacer esta herramienta artificial inteligente en la vida del ser humano en el escenario terrestre, tengo la ligera impresión que nosotros sobramos en este mundo. Por lo menos la mano de obra humana se verá diezmada en todos los sectores. Incluso, en el sector de la construcción. Tendré que hablar con el presidente de Fepeco, Óscar Izquierdo, para ver que solución puede encontrar ante la inesperada presencia en nuestro planeta terrestre la Inteligencia artificial.
Ya me estoy imaginando como será la inteligencia artificial conquistando y haciendo el amor. Del mismo modo, elaborando planes de futuro con las grandes multinacionales con los consejeros de las grandes firmas comerciales. Ufff, mi abuelo tenía un burro que le llevaba a la antigua bodega de la Viña del Loro ubicada en la capital tinerfeña, y, horas después le traía casi dormido, motivado por el vino pirriaca que había consumido, dejándole el pobre y fiel burro en una cuadra que tenían mis abuelos en su casa. ¿Comparando la época de mis abuelos con la de hoy: ¿sería el burro más inteligente que la futura inteligencia artificial de este comienzo de siglo XXI?
Lo que si tengo claro, es que una taza de leche de cabra, acompañada de varias cucharadas de gofio era más saludable que una caja completa de yogures actual. Por lo tanto, no sé qué clase de alimentación nos recomendara la inteligencia artificial. De la misma manera, tampoco sé si la inteligencia artificial acabará con el gran problema tercer mundistas de los Hospitales de Canarias. Bueno, sea lo que sea, si estamos todavía vivos, veremos si es niño o niña,
Rafael Lutzardo, periodista y escritor.
