Cuesta creer que ya hayan pasado casi dos años desde que se iniciara esta pesadilla en la que se ha convertido la pandemia de la COVID-19. Una emergencia sanitaria que ha sacudido todos los ámbitos de nuestra vida diaria, pero que gracias a los esfuerzos que hemos realizado todos durante este tiempo, podemos decir que ya estamos casi al final de este duro trayecto.
Y quizás ahora, más que nunca, no debemos perder el pulso y seguir trabajando para llegar a la cima de esta fase de recuperación. Los socialistas somos conscientes y tenemos muy presente que, para progresar en sociedad, es indispensable no dejar a nadie atrás.
Por eso, desde el minuto uno, el Gobierno de España ha articulado una serie de medidas, en el marco del Plan de Recuperación, para llegar a todos los sectores y colectivos afectados por esta crisis sanitaria.
El Consejo de Ministros acaba de aprobar el proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica, PERTE, para el sector agroalimentario, con el objetivo de dotar de la financiación y de las líneas de actuación necesarias para emprender los cambios medioambientales, digitales, sociales y económicos a los que se tendrá que hacer frente en la próxima década.
En estos momentos, es indispensable que fomentemos la transformación de la cadena agroalimentaria e impulsemos la modernización y digitalización del sector para favorecer su crecimiento económico. Es importantísimo que seamos capaces de generar modelos y oportunidades de negocio para crear nuevas salidas laborales y construir futuro.
Con una inversión pública de más de 1.000 millones de euros hasta 2023, el Estado estima que se produzca una creación neta de 16.000 empleos en el sector. El PERTE supone un paso decisivo y fundamental para afrontar la salida de la crisis, poniendo el énfasis en los más vulnerables y en un sector fundamental para nuestra economía, sobre todo en Canarias.
En esta legislatura en la Cámara Alta, estoy adscrito a la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación, y he tenido la oportunidad de seguir muy de cerca toda la estrategia que se está articulando desde el Ministerio para apoyar al sector.
En España, el sector agroalimentario contribuye con casi un 10% al PIB y está conformado, en su mayor parte, por pequeñas y medianas empresas. Por eso, es vital incidir en la calidad del empleo, a través de la necesaria modernización de las explotaciones agrarias y las cofradías de pescadores, haciéndolas más competitivas y rentables, para mejorar el nivel de renta de las personas que se ganan la vida en estos ámbitos.
El PERTE se encuentra enmarcado en la estrategia global de la política del Gobierno del Estado con relación al sector agroalimentario y que, junto a la Política Agraria Común, el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia y el Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y la Acuicultura suman más de 50.000 millones, la inversión más alta con fondos públicos de la historia.
En definitiva, gracias a este mecanismo y a todas las medidas asociadas al mismo, transversales a otras muchas áreas, conseguiremos dar un paso más en esta recuperación, para que, poco a poco, todos podamos salir adelante.
En esta línea estamos trabajando los socialistas, desde todas las administraciones, y desde todos los ámbitos. Con medidas y propuestas sólidas e interrelacionadas, con el objetivo de cubrir las necesidades de todos los colectivos y sectores, sobre todo los más vulnerables, para no dejar a nadie atrás.
Ramón Morales. Senador del PSOE por la isla de Gran Canaria.