Bajo el lema «Canarias tiene un límite», miles de ciudadanos se han manifestado en las principales islas para expresar su rechazo a la actual política de desarrollo turístico y urbanístico, argumentando que esta ha sacrificado tanto la calidad de vida de los residentes como la sostenibilidad ambiental
Santa Cruz de Tenerife. En una muestra de unidad y preocupación transversal, las Islas Canarias fueron ayer sábado, 20 de abril, el escenario de una gran manifestación. En Tenerife, más de 80.000 personas según los organizadores y 32.000 según la Delegación de Gobierno, se reunieron en la céntrica Plaza Weyler de Santa Cruz. En Las Palmas de Gran Canaria, unos 50.000 participantes según la organización y aproximadamente 14.000 según la Delegación del Gobierno, partieron desde el Auditorio Alfredo Kraus. Aunque estaba prevista para las 12:00 horas en Tenerife, la marcha se retrasó media hora, mientras que en Gran Canaria se tuvo que adelantar debido a la gran afluencia de público. Con el lema ‘Canarias tiene un límite’, este evento ha marcado un antes y un después en la forma en que los canarios ven el desarrollo y la expansión turística en su región. Este movimiento, que ha tomado las calles de islas como Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y más, ha resaltado las problemáticas derivadas de un modelo de crecimiento que muchos consideran insostenible.
Cabe destacar que la Delegación del Gobierno ha estimado una participación de 9.000 manifestantes en Lanzarote, 2.800 en Fuerteventura, 200 en La Gomera y 120 en El Hierro, lo que supone casi unas 60.000 personas en las calles de las ocho islas.
La manifestación no solo tuvo un impacto considerable en las Islas Canarias, sino que también resonó en diversas ciudades alrededor del mundo, incluyendo Madrid, Barcelona y capitales europeas como Londres y Berlín. En estas ciudades, se organizaron eventos en solidaridad con las preocupaciones de los canarios sobre la masificación turística y el modelo de desarrollo insostenible.
En Madrid y Barcelona, por ejemplo, la comunidad canaria y grupos de apoyo llevaron a cabo concentraciones que destacaron por su llamamiento en pro de un turismo más responsable y a la conservación de la biodiversidad canaria. Mientras tanto, en Londres y Berlín, los manifestantes se centraron en sensibilizar al público europeo y a los turistas potenciales sobre las consecuencias de un turismo no regulado que amenaza los ecosistemas únicos de las islas.
Estas movilizaciones internacionales reflejaron un creciente reconocimiento global de la urgencia de abordar las presiones que enfrentan regiones altamente turísticas como Canarias, y demuestran la solidaridad de diversas comunidades que apoyan un cambio hacia prácticas más sostenibles.
Desde hace años, el modelo turístico de Canarias ha sido una fuente de ingresos clave, pero también ha traído consigo desafíos significativos, como el aumento del tráfico, la concentración del empleo en sectores de baja remuneración y las dificultades en el acceso a la vivienda. Estos factores han impulsado a muchos jóvenes a emigrar en busca de mejores oportunidades. La manifestación ha resaltado estas problemáticas, donde los organizadores han rechazado cualquier asociación con turismofobia, aclarando que su lucha es por un turismo que beneficie equitativamente a la población local.
El evento ha recibido un amplio apoyo de diversas asociaciones y colectivos, como la Fundación César Manrique en Lanzarote, que ha reiterado un llamamiento a revisar y corregir el modelo de crecimiento turístico, subrayando la necesidad de políticas que aseguren el bienestar de los ciudadanos y la preservación del patrimonio natural y cultural del archipiélago.
La respuesta política a la manifestación ha sido variada. Coalición Canaria ha valorado positivamente la manifestación del 20 de abril, considerándola una oportunidad para enfrentar colectivamente los desafíos sociales, económicos y demográficos de las islas. Según David Toledo, Secretario de Organización del partido, este evento ratifica la necesidad de políticas que ya han empezado a implementar, como la regulación del alquiler vacacional y medidas urgentes en materia de vivienda. Toledo enfatiza que las reformas reclamadas son esenciales para alcanzar un desarrollo equilibrado y justo, y llama a continuar este esfuerzo después de la manifestación para asegurar un futuro próspero para Canarias. Por su parte, el PSOE ha expresado su respeto por las movilizaciones y ha propuesto medidas como la implementación de una tasa medioambiental, reflejando un reconocimiento de las preocupaciones expresadas por los manifestantes.
Asimismo, la repercusión en la prensa ha sido considerable, con cobertura tanto en medios nacionales como regionales, destacando la masiva participación y el carácter pacífico de las protestas. Este evento no solo ha logrado captar la atención sobre los retos actuales de Canarias sino que también ha puesto en relieve la urgencia de un diálogo constructivo y efectivo entre los ciudadanos, los empresarios y las autoridades para redefinir las prioridades de desarrollo en las islas.
Este 20 de abril probablemente será recordado como un punto de inflexión, donde Canarias ha vocalizado fuertemente que el límite ha sido alcanzado y es imperativo replantearse el camino hacia adelante para garantizar un futuro sostenible para todos los que llaman a estas islas su hogar.