Balance del primer año de la legislatura del Gobierno de Canarias, evaluando tanto las gestiones desafortunadas como los aciertos logrados
Santa Cruz de Tenerife.- El primer año de la legislatura del Gobierno de Canarias, liderado por Fernando Clavijo y el vicepresidente Manuel Domínguez, ha sido un periodo de intensa actividad y con decisiones tanto acertadas como controvertidas. La coalición formada por Coalición Canaria (CC), Partido Popular (PP), Agrupación Socialista Gomera (ASG) y Agrupación Herreña Independiente (AHI) ha presentado un balance de su gestión, destacando sus logros y desafíos.
Uno de los aspectos positivos mencionados por Clavijo y Domínguez es la capacidad del Gobierno para enfrentar emergencias y problemas urgentes. Desde el apagón energético en La Gomera hasta los incendios en Tenerife y La Palma, el Gobierno ha mostrado una capacidad de reacción rápida y efectiva. Además, se han implementado medidas para abordar las cinco emergencias declaradas: energética, hídrica, habitacional, migratoria y climática. Este enfoque ha permitido poner en marcha concursos para reforzar el sistema energético y gestionar mejor los recursos hídricos en las islas.
Sin embargo, la gestión no ha estado exenta de críticas. La oposición, encabezada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha señalado que el Gobierno ha estado «perdido» y ha criticado la falta de una dirección clara en políticas clave como la sanitaria y la educativa. También se ha cuestionado la eficacia de algunas medidas adoptadas, acusando al Ejecutivo de no haber solucionado problemas estructurales que afectan a la población. El portavoz, Sebastián Franquis, indicó que, para los socialistas, un primer gran fracaso es el incremento de la desigualdad entre pobres y ricos en Canarias; un segundo gran fracaso que enumeró Franquis fue el modelo “desarrollista insostenible” que defiende este Gobierno, que ha puesto “patas arriba” al sector turístico, “repitiendo el erróneo modelo de crecimiento de más camas y más turistas; el portavoz socialista añadió que un tercer fracaso de este Gobierno es el “engaño electoral” que se cometió con la promesa de rebajar el tipo general del IGIC del 7% al 5% y, un cuarto fracaso para el PSOE es el retroceso en los servicios esenciales, como en sanidad, los servicios sociales o la educación, algo “sistemático” en los gobiernos de CC-PP”.
La presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez, ha reivindicado la «moderación y respeto» en la Cámara regional, en contraste con la «violencia política» a nivel nacional. Pérez ha destacado que el Parlamento ha vivido el año de mayor actividad de su historia, con más de 600 actos y reuniones, lo que refleja un compromiso con la transparencia y la participación ciudadana. La ampliación del Parlamento y la rehabilitación de inmuebles para mejorar la infraestructura institucional son algunos de los logros mencionados.
En cuanto a la estabilidad política, el Gobierno ha afirmado que el pacto entre los diferentes partidos que lo componen «va muy bien», resaltando la cohesión y el trabajo conjunto como claves para enfrentar los desafíos. No obstante, este optimismo no es compartido por todos. La gestión migratoria ha sido otro punto de controversia. La llegada de casi 40.000 personas a través de la Ruta Atlántica ha puesto a prueba la capacidad del Gobierno para gestionar una crisis humanitaria de tal magnitud. Aunque se han adoptado medidas para hacer frente a esta situación, las críticas sobre la falta de previsión y la gestión a largo plazo persisten.
En el ámbito económico, el Ejecutivo ha destacado la puesta en marcha de diversas iniciativas para fomentar el desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Se han llevado a cabo proyectos de rehabilitación urbana, inversiones en infraestructuras y la promoción de viviendas públicas. Estas acciones buscan no solo resolver problemas inmediatos sino también sentar las bases para un crecimiento sostenido en el futuro.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, los desafíos siguen siendo numerosos y complejos. La capacidad del Gobierno para mantener la cohesión interna y avanzar en sus objetivos será crucial para enfrentar los retos que se avecinan y lograr un balance más favorable en los próximos años.
La percepción pública sobre la gestión del Gobierno de Canarias está dividida. Mientras algunos ciudadanos valoran positivamente las respuestas rápidas a emergencias y los esfuerzos en áreas críticas como la vivienda y la infraestructura, otros critican la falta de avances significativos en problemas crónicos. La sanidad, por ejemplo, sigue siendo un área de gran preocupación. A pesar de las promesas de mejorar el sistema de salud, muchos canarios sienten que los cambios han sido insuficientes y que la calidad del servicio no ha mejorado sustancialmente.
Además, la educación también ha sido un campo de batalla. Las reformas prometidas no han materializado los resultados esperados, y hay un sentimiento generalizado de que los estudiantes canarios no están recibiendo la educación de calidad que merecen. La falta de recursos y la gestión ineficaz son dos de los problemas más señalados por los críticos del Gobierno.
El balance del primer año del Gobierno de Canarias no puede ignorar la cuestión migratoria. La crisis migratoria ha sido un desafío constante, y aunque el Gobierno ha implementado algunas medidas, la situación sigue siendo crítica. La presión sobre los servicios locales y la falta de una respuesta coordinada a nivel nacional y europeo complican aún más la gestión de esta crisis. Los críticos argumentan que el Gobierno no ha sido lo suficientemente proactivo y que las soluciones adoptadas han sido más reactivas que preventivas.
Por otro lado, la gestión medioambiental ha sido un área donde el Gobierno ha recibido tanto elogios como críticas. Los esfuerzos por promover un desarrollo sostenible y la implementación de políticas para combatir el cambio climático son pasos en la dirección correcta. Sin embargo, la ejecución de estas políticas ha sido desigual, y hay preocupaciones sobre la capacidad del Gobierno para cumplir con sus ambiciosos objetivos medioambientales.
En resumen, el primer año de la legislatura del Gobierno de Canarias ha sido un periodo de luces y sombras. Si bien se han logrado algunos avances significativos en áreas clave, los desafíos y las críticas no pueden ser ignorados. La capacidad del Gobierno para adaptarse y mejorar su gestión será esencial para abordar los problemas pendientes y satisfacer las expectativas de los ciudadanos canarios en los años venideros. La ciudadanía espera un Gobierno que no solo reaccione ante las crisis, sino que también planifique y ejecute estrategias efectivas para un futuro más próspero y sostenible para Canarias.