Puerto de la Cruz.- El municipio norteño del Puerto de la Cruz ha transformado el parque urbano El Laurel, de 5.800 metros cuadrados, situado en la zona de La Paz, en un parque inclusivo único en Canarias por su extensión, por los elementos de juego pensados para menores con discapacidad y, por su versatilidad, para personas de todas las edades con y sin alguna diversidad funcional.
El acto de inauguración del parque se celebró esta mañana con la asistencia del presidente del Cabildo de Tenerife del Consorcio Urbanístico para la Rehabilitación del Puerto de la Cruz, Pedro Martín; el alcalde del Puerto de la Cruz, Marco González; el director general de Infraestructura Turística, Fernando Miñarro; el gerente del Consorcio, Fernando Senante y representantes del estudio de arquitectura Jiménez-Bazán, de la empresa Zona Verde Garden Center, de Sinpromi y de asociaciones y colectivos por la diversidad funcional del municipio.
El presidente de la Corporación insular, Pedro Martín, subrayó en la apertura oficial de este parque que “cuando las instituciones hablan de mejorar un destino turístico como el Puerto de la Cruz no sólo significa modernizar hoteles, accesos y avenidas, sino también en hacer un lugar más habitable, porque al final la calidad turística se mide por la calidad de la convivencia”. Martín felicitó, además, y agradeció el esfuerzo de madres y padres de niños con diversidad funcional, que han sido “fundamentales” para “hacerlo mejor” y les garantizó que “el trabajo que han hecho no solo se va a quedar en el Puerto, sino que ha sentado precedente para que el Cabildo y los ayuntamientos sepamos por donde hay que ir”; por lo que añadió que este será “el primero de otros muchos parques accesibles”.
El alcalde portuense, Marco González, remarcó el carácter inclusivo del parque, “que fomenta no solo el juego colectivo, sino el aprendizaje y la convivencia”. “Este parque nos habla de unos objetivos por los que seguir trabajando de manera transversal desde un Ayuntamiento comprometido con un municipio que debe cuidar y proteger a las próximas generaciones de portuenses”, apuntó. Por su parte, el director general de Infraestructura Turística del Gobierno de Canarias, Fernando Miñarro, destacó que este nuevo espacio público “es el resultado de un trabajo constante en el que participan cuatro administraciones públicas”.
Por su parte, la arquitecta Leticia Jiménez se congratuló de la buena acogida del parque y agradeció el compromiso del presidente insular de que “sea el primero de muchos parques inclusivos”. Además, expuso que la naturaleza de ‘El Laurel’ es ser inclusivo en toda su extensión: “Haber podido conseguir un parque que elimine el juego individual, que todo elemento puede ser disfrutado por padres y niños, por abuelos,… Es de lo que nos sentimos más orgullosos, y agradecemos la colaboración de todos los agentes implicados”, destacó.
Proyecto supervisado Simpromi y diversas entidades
Durante la mañana, los niños y niñas del Aula Enclave del CEIP de Punta Brava, de la Asociación Tinerfeña de Trisómico 21 y de la Asociación Activoz han sido los protagonistas, participando en actividades en las diferentes áreas diferenciadas por colores blanco y tierra, que van dirigidas a menores de entre 0 a 3 años y de 3 años en adelante.
La transformación de un jardín urbano en un parque infantil inclusivo forma parte del proceso de modernización y mejora del destino llevada a cabo desde el Consorcio de Rehabilitación de Puerto de la Cruz integrado por el Cabildo de Tenerife, Gobierno de Canarias y Ayuntamiento de Puerto de la Cruz. En 2018, este proyecto del Estudio Jiménez-Bazán Arquitectos, que ha contado con una inversión de 848.350 euros, obtuvo el Premio Innovación en la Arquitectura Accesible, concedido por Sinpromi. Una entidad presente en el acto y que ha supervisado este parque desde su anteproyecto, de igual forma que la Asociación Visión Azul, la Plataforma por un Puerto de la Cruz Accesible y Diverso, la Asociación Asmipuerto y la asociación de Vecinos de La Paz.
El parque es un entorno con una filosofía que se aleja de un columpio adaptado para una persona con discapacidad para pasar a incluir en todos los juegos a todas las personas independientemente de sus capacidades físicas, sensoriales o cognitivas. De esta forma, todos pueden ser partícipes. El recinto se recorre sobre unos caminos asfaltados que muestra líneas y círculos de colores tierra y blancos. Dicho asfaltado es también ecológico. Un 10% del árido empleado es reciclado y proviene del fresado de pavimentos.
La accesibilidad es visible desde la zona de aparcamiento y también palpable en el interior. Las líneas cognitivas en el suelo a modo de textura permiten que las personas con dificultades visuales puedan guiarse por el parque, de igual forma está pensado para ellos la señalética y algunos juegos que incluyen texturas y volúmenes como parte del entretenimiento.
Un parque sostenible
La instalación gira entorno a los árboles y vegetación autóctona existentes, de ahí sus curvas que sirven a su vez para delimitar los espacios de juego. Una de las primeras medidas realizadas en este parque infantil fue el desbroce del mismo. De esta poda de los árboles existentes, la empresa adjudicataria de la obra, Zona Verde Garden Center, troceó la corteza de madera que se ha empleado en las zonas de juego y las áreas ajardinadas.
Estos trozos de corteza invitan a sentarse sobre ellas, su textura a tocarlos y para los niños y niñas con determinadas discapacidades cognitivas su tacto produce un efecto tranquilizador. Además, la madera de los juegos procede del Alerce de los Alpes. Crece a una altitud de 1000 – 1800m y proviene del cultivo sostenible.
En cuanto a la iluminación, dispone luminarias led con sistema de control de centralizado. El cuidado del medio ambiente no sólo es visible, si no que bajo la superficie de las áreas ajardinadas este Parque también cuenta con un sistema urbano de drenaje sostenible con depósitos de infiltración que permiten recoger el exceso del agua de lluvia y distribuirla por el terreno.