Santa Cruz de Tenerife.- Ramón Trujillo, portavoz de Unidas Podemos (Izquierda Unida, Podemos, Equo) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, advierte que más de diez años de gobierno del alcalde José Manuel Bermúdez no han servido para descontaminar una parte de los suelos que ocupará el parque previsto en Montaña de Taco. Su propio concejal de Urbanismo, Guillermo Díaz Guerra, admitió en la última Comisión de Control que, hasta 2019, hubo falta de autoridad y de ejercicio de disciplina urbanística.
El portavoz de Unidas Podemos señala que, desde 2011, sólo se han impuesto dos sanciones, pese a las reiteradas denuncias por extracciones irregulares, vertidos de aguas negras y amianto, abandono de bombonas, usos indebidos del espacio y acumulación de escombros. Se ha perdido un tiempo fundamental para detener por completo las actividades ilícitas y para haber avanzado en la restauración de los suelos afectados.
Sin embargo, es ahora cuando se está valorando el inicio de un expediente por las posibles irregularidades derivadas del uso industrial de una parcela ya abandonada, aunque podría haber prescrito el deber de reponer el suelo al estado anterior. También llama la atención que, tras más de diez años de denuncias, ahora esté en fase de información un expediente por acopio de residuos de materiales de construcción y maquinaria de construcción.
El Ayuntamiento trata de evaluar la situación de otro aparcamiento de maquinaria, de un inmueble sin uso en suelo rústico y sobre otra construcción no identificada, además de algunas otras actividades. Urbanismo mantiene dos expedientes abiertos a la empresa que fue sancionada en dos ocasiones y a la que se abrieron otros seis expedientes que no derivaron en sanción.
Para Unidas Podemos se ha perdido la oportunidad de ejercer la disciplina urbanística en su momento, cuando se producían las denuncias vecinales. Eso habría permitido poner orden hace años y haber llevado a cabo un proceso de restauración de suelos que estuviera listo cuando se empiecen los trabajos del parque de Montaña de Taco. Para la formación progresista este asunto sigue siendo preocupante, no sólo por el daño ambiental producido, sino porque puede contribuir a retrasar, aún más, la ejecución del parque previsto.