Tenerife: 400 días, la movilidad “inamovible”

Oscar Mojón, opinador sin acritud.

429
Colas en la TF-5. | © Manuel Expósito.
Colas en la TF-5. | © Manuel Expósito.

Más de 400 días han pasado desde que la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Elena Dávila, prometiera resolver los atascos en la Isla en 90 días

El 14 de agosto se cumplieron 400 días de la ya famosa y controvertida afirmación de nuestra excelentísima señora doña Rosa Elena Dávila Mamely, presidenta del Cabildo Insular de Tenerife, de que en 90 días acabaría con las colas de Tenerife. Entiéndase por colas los enormes atascos y retenciones que sufren las carreteras y autopistas de la Isla, especialmente en horas punta.

Hoy, domingo, se cumplen 403 días desde ese anuncio y no es que, en el mejor de los casos, estemos igual; no, es que estamos peor. Probablemente, gran parte de la culpa la tenga el espectacular crecimiento de nuestra economía insular en el último año y medio, con un turismo desbocado que nos ha llevado a situaciones como no encontrar un solo coche de alquiler disponible en todo Tenerife. También se ha registrado un notable incremento del transporte público, como guaguas, tranvía, taxis, vehículos de transporte con conductor (VTC), transporte de mercancías y del uso del coche privado. En cuanto al transporte guiado, ni se le espera; en el mejor de los casos, deberemos esperar al menos diez años para ver un raíl. Además, se ha producido un importante aumento del transporte colectivo desde los aeropuertos hacia los hoteles, apartamentos, rutas y excursiones turísticas, así como un movimiento descomunal de trabajadores entre municipios para acceder a sus puestos de trabajo cada día. Esta situación ha llevado a la patronal hotelera, en algunos centros turísticos, a facilitar a sus trabajadores transporte colectivo para que puedan llegar a tiempo a sus puestos de trabajo y ayudar así a descongestionar el tráfico de vehículos particulares en esas zonas.

Llama poderosamente la atención la ocupación e invasión de vehículos, sobre todo de alquiler, en los monumentos naturales de la Isla, en particular en el Parque Natural de Teno, la Reserva de la Biosfera de Anaga y, especialmente, en el Parque Nacional del Teide. Esta invasión no respeta las zonas de estacionamiento debido a la falta de espacios para absorber esta gran demanda que, hasta ahora, no ha sido prevista ni resuelta por las autoridades competentes, lo que causa el correspondiente daño al medio ambiente de estos emblemáticos lugares.

Todo ello se hace sentir de forma humillante y dolorosa entre los habitantes de esta Isla. En determinados y concretos lugares de nuestra red insular de carreteras se localiza el núcleo y «nudo gordiano» de este importante problema de movilidad, como son los ejes viarios entre San Isidro, en Granadilla de Abona, y Playa de Las Américas-Costa Adeje, en Arona y Adeje (19 kilómetros por la TF-1); entre La Orotava y San Cristóbal de La Laguna (27 kilómetros por la TF-5); entre Santiago del Teide y El Tanque (11 kilómetros por la TF-373); y entre Icod de Los Vinos y Los Realejos (10 kilómetros por la TF-5). Es decir, lo que se considerarían las vías que conforman el hipotético anillo insular de la Isla.

Es humillante y doloroso porque, principalmente, los trabajadores y estudiantes, fundamentalmente universitarios, que viven más alejados del área metropolitana deben, en el caso de la TF-5, salir con sus vehículos entre las cinco y seis de la madrugada para estar a las ocho de la mañana en sus destinos. En el caso de la TF-1, la situación es aún más incierta. Llegar al sur de Tenerife por la TF-1 a partir de San Isidro puede llevar al menos dos horas debido a las congestiones, además del tiempo a emplear en el trayecto hasta San Isidro. Siempre entendiendo que nos referimos, en todos los casos, a las horas punta de ida y vuelta.

Para ese retorno, cuidado con los viernes: si, por ejemplo, tienes un vuelo desde el Aeropuerto Tenerife Norte-Ciudad de La Laguna, puede darse el caso de que para no perderlo hay que ser un catedrático de la planificación de horarios y del conocimiento de las circunstancias de la movilidad en la Isla.

Sorprende el atrevimiento de Rosa Elena Dávila Mamely de anunciar y no rectificar, por más oportunidades que le dieron y le siguen dando, que el problema de las retenciones en la Isla las resolvería en 90 días. Sorprende porque con ello muestra un desconocimiento notable de los procesos administrativos, algo grave en quien lleva más de 20 años en cargos públicos (llegó a ser directora general de Transportes del Gobierno de Canarias durante la legislatura 2003-2015). En la administración pública, ese plazo apenas alcanza para iniciar un expediente que requiere la convocatoria de un concurso para adjudicar la redacción del proyecto, para lo que habrá un plazo; luego, elegir entre las ideas presentadas por el órgano reglado en el procedimiento y la adjudicación por el gobierno del administrador, que requiere un plazo;  la elaboración del informe de impacto ambiental, que necesita uno de los plazos más largos; después, la exposición pública durante no menos de 30 días (en casi todos los casos); la licitación para adjudicar la obra, que requiere otro plazo; finalmente, la adjudicación previa aprobación por el órgano competente de la administración contratante, transcurrido otro plazo; finalmente, la firma del replanteo que es el momento en que comienza a contar oficialmente el plazo de ejecución del proyecto. En el caso de carreteras se prolonga años. Si en el proceso se requieren expropiaciones (siempre sucede cuando se habla de carreteras), esos plazos se incrementan de forma notable.

Entonces, ¿qué ha hecho el equipo de gobierno de Rosa Elena Dávila en estos ya 403 días para poner remedio a las colas de Tenerife? De todas las medidas anunciadas para solucionarlas, solo aquellas que ya estaban en ejecución o aprobadas se están llevando a cabo. Mejor ni hablar de ese experimento del cierre del enlace de Guamasa en las horas punta, que se retomará, amenaza el Gobierno insular.

No es que la ciudadanía esté cansada. No, está harta. No todo vale en política. Mentir a sabiendas en campaña o precampaña debería ser considerado prevaricación. Más hechos. Para eso, 90 días son demasiados.

                                                                               Oscar Mojón, opinador sin acritud.

 


Resumen
Tenerife: 400 días, la movilidad “inamovible”
Nombre del artículo
Tenerife: 400 días, la movilidad “inamovible”
Descripción
Más de 400 días han pasado desde que la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Elena Dávila, prometiera resolver los atascos en la Isla en 90 días
Autor