Sí Podemos Canarias denuncia que “tenemos nuestras costas destrozadas” por los vertidos contaminados al mar

El grupo parlamentario apuesta por un sistema de depuración natural en distintas cotas y hacer un reaprovechamiento por desnivel sin necesidad de utilizar energías fósiles

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Santa Cruz de Tenerife.- Manolo Marrero, portavoz del Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias, ha denunciado que “tenemos nuestras costas absolutamente destrozadas”, como se ha demostrado con el vertido de aguas residuales e industriales que ha obligado cerrar al baño el litoral de Bocacangrejo, la playa de La Nea y la de Radazul del municipio tinerfeño de El Rosario.

“La situación es completamente insostenible, no se puede verter al mar aguas contaminadas, pues el agua que se vierte en estos momentos se está haciendo, en general, sin depuración alguna”, ha asegurado Marrero.

El portavoz parlamentario de la confluencia insiste en que “estamos siendo diariamente sancionados con multas millonarias por la Unión Europea” y que la formación está denunciando desde hace años que “no puede ser que estemos pagando por depuración de aguas y por agua potable y no se produzca ni una cosa ni la otra”.

Marrero insiste en la necesidad de optar por la depuración natural y otras vías que no necesiten de energías fósiles, por lo que “apostamos por pequeñas plantas de depuración en distintos lugares a cotas diferentes para los distintos grupos de población y para que ese agua se pueda distribuir a lugares más bajos”.

Por ello, desde el Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias “consideramos que el ciclo del agua necesita mejorar, evitando las cuantiosas pérdidas entre las galerías y los pozos y su destino final”.

“No tenemos agua potable del grifo ni agua depurada en ningún lugar y hay que acabar con eso, pues además así contribuiríamos a la eliminación de las botellas de plástico y al innecesario y carísimo consumo de agua embotellada”, incide Marrero.

Al respecto, recuerda que el coste del agua del grifo “no llega a dos euros por cada metro cúbico” y, sin embargo, por esa misma cantidad de agua embotellada “pagamos 300 euros como mínimo”.

Para Marrero, las aguas depuradas servirían además para “disponer de fuentes en las ciudades y caminos, y podrían reutilizarse para usos apropiados en la agricultura y ganadería”, lo que significa “apostar por la economía circular, también en el agua”.

“Y en el caso de necesitar energía para obtener agua depurada y transportarla, debe ser indisoluble el binomio agua-energías renovables”, concluye.