Las Palmas de Gran Canaria.- El concejal del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Ángel Sabroso, ha pedido este viernes un esfuerzo real para evitar la proliferación de ‘campamentos de la miseria’ en el municipio, realidad que se volvió a poner de manifiesto ayer tras el incendio del colchón y los enseres de una persona sin hogar que pernoctaba en Las Alcaravaneras, fuego que acabó por destruir una de las barcas.
“La playa de Las Alcaravaneras se ha convertido en punto de pernoctación y vida diaria de decenas de personas que llevan años acampados en la zona más próxima al Club Náutico y en el muro situado debajo del paseo, una situación que hemos denunciado en multitud de ocasiones, que hemos debatido en comisiones y sesiones de pleno y que sin embargo lejos de solucionarse, se está incrementando”, explica el edil del PP. “La degradación de Las Alcaravaneras ha alcanzado un punto vergonzoso”.
Para Sabroso, el incremento de personas que viven en la calle en la capital grancanaria “es síntoma del clima social de nuestro municipio, pero lo realmente grave en mi opinión es que se está normalizando esta dura realidad. Se han bajado los brazos, se asume como natural y nada se hace por dar una respuesta social a los cada vez más campamentos de la miseria que se ven en nuestra ciudad”, señala el concejal popular.
La realidad hoy es que el Ayuntamiento dispone de las mismas plazas de atención a personas en situación de exclusión que en 2015, cuando el Partido Popular finalizó su mandato, es decir, con el Centro Gánigo, La Isleta y el Centro de Atención Social de El Lasso. “El pacto de izquierdas ha sido incapaz en ocho años de poner en marcha un solo recurso alojativo nuevo, ni siquiera la Fabrica de La Isleta, que lleva años con la obra finalizada, pero sin ponerse en funcionamiento, a pesar de disponer de más recursos económicos que nunca antes en la historia de nuestra ciudad”.
En este sentido, Sabroso explica que existen bolsas de pobreza en la entrada sur de la ciudad -en un solar junto al barrio de San Cristóbal donde aumentan casi a diario las caravanas desvencijadas y tiendas de campañas que ocupan personas que no pueden permitirse una vivienda- en el parque de Rubió y Tudurí (por encima del Paseo de Chil), debajo de la nueva pasarela Onda Atlántica, en Las Canteras, en la subida de Chile, la carretera de El Rincón o en El Confital.
Inmigración
A las bolsas de pobreza cada vez más crecientes hay que sumar el drama de la inmigración irregular que se ha dejado abandonada a su suerte en Las Palmas de Gran Canaria. “Cada vez más de esos campamentos de la misera están ocupados por migrantes que no reciben respuesta alguna, que problemas de convivencia y seguridad en distintas ocasiones”, explica Sabroso. “El Gobierno de España debe hacer algo con estas personas y el Alcalde debe reclamar que así sea, en vez de mirar para otro lado mientras casetas de migrantes van creciendo en nuestras playas y parques”.
“Las Palmas de Gran Canaria había alcanzado la erradicación total del chabolismo, gracias a un esfuerzo compartido de muchos años. Zonas como Altavista, El Confital o el Martín Freire llegaron a tener poblados de chabolas que con respuestas sociales se eliminaron por completo. Hoy se vuelve a percibir esa peligrosa tendencia”, enfatiza Sabroso.
A pesar de estar ya casi en septiembre, el pacto de gobierno sigue sin adjudicar el contrato para la entrega de tarjetas de alimentos; da cita previa para atender en Servicios Sociales a cuatro meses vista; no ha mejora el funcionamiento del Proservic -software de gestión que usan los trabajadores sociales- e incluso ha desahuciado a varias entidades de reparto de alimentos que trabajaban en locales municipales, como es el caso de San José y Zárate.