Santa Cruz de Tenerife.- El alcalde de Arona, José Julián Mena, ha anunciado hoy la presentación de una querella contra el periódico El Día y varios de sus colaboradores por lo que considera una campaña calumniosa de este medio desde hace semanas para lograr que el gobierno municipal adopte decisiones en función de los intereses de un empresario que habría tenido como colaborador al ya exconcejal de Urbanismo de la corporación, Luis García. Una situación que se comprueba, incluso, en que las propias declaraciones al periódico no las realiza el exedil, sino el propio empresario, una situación inédita ya que no es, ni siquiera, denunciante.
José Julián Mena ha expresado su sorpresa ante el hecho de que todas estas informaciones se hayan hecho públicas sin que este medio haya cumplido, ni siquiera, con la obligación deontológica de contrastar la información, sino basándose, únicamente, en las filtraciones y en la denuncia presentada por el equipo jurídico de este empresario en nombre del ya exconcejal del gobierno municipal. Es decir, atendiendo solo a la versión de parte.
En su poder obran, por el contrario, numerosos informes técnicos que demuestran una actuación del edil “absolutamente escandalosa, en la cual este medio de comunicación no ha tenido ningún interés, ya que su intención es la de generar un relato alternativo que le lleve a cumplir con los objetivos del empresario”.
En concreto, este diario titula hoy en portada: “Mena toleró las presiones a los funcionarios de Urbanismo”. Y, en el interior: “El alcalde toleró las presiones de Felipe Campos a técnicos del Ayuntamiento”.
Alianza entre empresarios y un medio para imponer su voluntad
Ambos, explica el alcalde, son de un nivel de manipulación pocas veces visto, están totalmente dirigidos para que coincidan en el tiempo con los intentos de mediación por parte de su partido a nivel federal y “antes de publicarse no se ha intentado ninguna clase de contraste, sino que se trata de una interpretación libre, injuriosa, que va mucho más allá de la libertad de expresión”.
José Julián Mena ha subrayado que los titulares son totalmente falsos y que la reunión a la que se hace referencia es “la normal cuando un denunciante lleva dos años tratando de que se paralice la construcción de un centro comercial presuntamente ilegal que avanza ante la pasividad del concejal de Urbanismo. A pesar de todo ello -agrega- el intento de adoptar decisiones ecuánimes y con criterio técnico son las que me llevan a convocar una reunión en la que estén presentes tanto el propio edil aludido como los técnicos, cuya asistencia era absolutamente necesaria”.
“Convertir eso -ha añadido- en un tolerar presiones es faltar a la ética y a la deontología periodística y dar por probada una denuncia de parte que solo se puede explicar por una campaña de desprestigio que busca subvertir la voluntad popular por la puerta trasera. Es decir, un empresario que no consigue imponer su voluntad, ha logrado desestabilizar el resultado de las urnas contando con la total cooperación del exconcejal de Urbanismo y con el apoyo de algunos concejales que actualmente forman parte del gobierno municipal, lo cual es de una gravedad que hemos visto demasiadas veces en España en los últimos años: los lazos del poder, el dinero y algunos medios de comunicación para imponer su voluntad en las instituciones”.