Las Palmas de Gran Canaria.- Los centros escolares públicos de Canarias están infra financiados. Pese a la obligación de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias de financiar adecuadamente el funcionamiento de los centros escolares, son las familias quienes están costeando gastos corrientes. Desde rollos de servilletas hasta ingresos en efectivo ‘para fotocopias’, las federaciones insulares de ampas de toda Canarias se han unido para exigir que se acabe con el copago en la escuela pública.
“Se ha generalizado que los centros no cuenten con la financiación que necesitan. Y se ha generalizado que, en vez de que los equipos directivos exijan esos fondos a la Consejería de Educación, se los pidan a los padres y las madres. Y como se ha generalizado parece normal, pero no es normal y tampoco es legal”, explica el vicepresidente de Confederación regional de Asociaciones de Madres y Padres de Canarias (CONFAPACANARIAS) y presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado de centros de enseñanza (FAPA GALDÓS), Sergio de la Fe.
Las asociaciones de padres y madres han analizado la relación de materiales que piden los centros educativos para el próximo curso escolar. Junto a los lápices, bolígrafos y cuadernos, los listados incluyen paquetes de 500 folios (por cada alumno), rollos de servilletas, jabón de manos y botellas de medio litro de gel hidroalcohólico.
“Esto ocurre hace años, y hace años que denunciamos que las familias no pueden costear los gastos ordinarios de funcionamiento de los centros educativos. Ahora, además, los centros están optando por pedir directamente cantidades en efectivo (5, 10 o 20 euros) que deben ingresarse en la cuenta del colegio con la justificación de la compra de material para plástica o para hacer fotocopias para los exámenes. También se piden ingresos en cuenta para comprar balones y equipamiento deportivo”, narró.
El sistema educativo obligatorio (primaria y secundaria) es gratuito tal y como se recoge en el artículo 27 de la Constitución Española. Sobre esa premisa no cabe que las familias tengan que pagar por el sobre de la documentación para matricular a sus hijos e hijas en un Instituto de Secundaria. “Esto está sucediendo y es ilegal. NO se debe pagar por matricular a un alumno en la enseñanza obligatoria. Como no se debe pagar por un servicio o material que debe sufragarse con el dinero que se da a cada centro para su funcionamiento”, dijo.
Algunos de los centros someten a la aprobación de sus consejos escolares estos pagos. Sin embargo, Sergio de la Fe advirtió que pasar por el consejo escolar “no los convierte ni en normales ni en legales”. “La decisión seria nula de pleno derecho pues es contraria a normas de rango superior. Los Consejos Escolares no tienen la capacidad de convertir en legales cosas que no lo son”.
Actividades Complementarias
Dentro de estas fórmulas de copago (o repago, porque las familias “ya pagan sus impuestos” para costear la educación), Sergio de la Fe se refirió a ese conjunto de actividades complementarias que sufragan las familias, cuando en realidad, al ser obligatorias y evaluables, deberían correr por cuenta de los centros. “Son actividades complementarias a la actividad lectiva, no sólo son obligatorias, sino que son puntuables, son motivo de evaluación y están insertas en el Programa del centro, y deberían estar también financiadas por el centro. Es más, las familias pagan también el transporte para que el alumnado asista a esas actividades cuando la Ley Canaria de Educación habla de la gratuidad del transporte como servicio complementario al educativo”.
Insistió en que, si un colegio público plantea en su programación anual una actividad complementaria, debe pedir a la Consejería que la sufrague. “Pero para los equipos directivos es más fácil pedírselo a las familias que a la Consejería de Educación”.
“Los centros están infradotados, pero no tiene que ser las familias quienes pongan lo que falta. Hay que asegurar que la Consejería de Educación dota adecuadamente a los colegios para el desarrollo de sus funciones”, añadió.
