Santa Cruz de Tenerife.- La portavoz del Grupo Mixto en el Parlamento, Vidina Espino, ha reclamado al Gobierno de Canarias que salga de la burbuja de coches oficiales, despachos y comilonas con dinero público y baje los impuestos porque es una necesidad para que las familias, autónomos y pymes puedan hacer frente a la difícil situación económica actual. «Señor Rodríguez no siga racaneando, cuando el pasado año dejaron un superávit sin ejecutar de 200 millones de euros», le ha recordado la diputada al vicepresidente.
«Ustedes están recaudando más que nunca a costa de la inflación», le ha recriminado, haciendo referencia al incremento del 62 por ciento en la recaudación del IGIC, durante el primer trimestre de este año. «Esto no se debe solo a la recuperación económica sino también a la inflación», ha insistido la diputada que ha ofrecido otro dato relevante: En relación a 2019, año en que no había crisis, el Gobierno ha recaudado 75 millones de euros más en el conjunto de los impuestos.
Espino ha aclarado a Rodríguez que «pedir que se bajen los impuestos no es hacer demagogia» y que fue precisamente eso, bajar impuestos, lo que hizo el Gobierno de España al descontar 20 céntimos en el combustible. «Lo que pasa -ha lamentado la portavoz- es que ustedes viven al margen de la realidad de los canarios, metidos en esa burbuja».
En este punto, y dado que en la última comisión parlamentaria no le contestó, la diputada ha vuelto a preguntarle al vicepresidente si asistió a alguna de estas reuniones-comilonas con los empresarios más ricos de Canarias y con dinero público. ¿Qué le parece ese despilfarro de 15.000 euros que hizo el viceconsejero de Presidencia?, ha insistido pero Rodríguez sigue sin responder.
Durante su intervención, Vidina Espino también ha mostrado su preocupación por el hecho de que las deducciones fiscales en el IRPF estén sujetas a revisión y ha recordado que, «muchos tuvimos que pelear para que el Gobierno del pacto de las flores no las eliminara». La diputada se ha referido a los 100 euros que se descuentan a las familias por el gasto escolar de sus hijos, por los que tuvo que luchar para que se ampliara y que este Gobierno «racaneó hasta el final» pero que logró sacar adelante con una enmienda. «Ustedes racanearon 75 euros para el segundo y 50 para el tercero, como si cada hijo gastara menos en el material». Esta deducción supone un coste de apenas cinco millones de euros para el Gobierno.