El Ayuntamiento acondicionará la plaza de San Jerónimo

Zapata se hizo eco de la preocupación que existe en el barrio por el estado de esta plaza y la peligrosidad del tramo que discurre sobre el barranco

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Visita a la plaza de San Jerónimo. Cedida. NOTICIAS 8 ISLAS.
Visita a la plaza de San Jerónimo./ Cedida.

Tacoronte.- El Ayuntamiento de Tacoronte emprenderá en breve el acondicionamiento de la plaza de San Jerónimo situada en el barrio con este nombre y donde se sitúa una ermita del siglo XVII. En el día de hoy visitaron el lugar el alcalde, José Daniel Díaz Armas, el primer teniente de alcalde y concejal de Obras y Servicios, Carlos Medina y el de Urbanismo, Tarsis Morales, quienes se reunieron con el presidente de la Asociación de Vecinos, Vicente Zapata. Las obras se dividirán en dos fases. En la inicial se procederá a acondicionar la plaza situada al lado de la iglesia y la segunda, y más complicada, supondrá reforzar el tramo que discurre sobre el barranco.

La primera parte podrá estar concluida en el mes de febrero y prácticamente no supondrá coste alguno para el Ayuntamiento ya que será ejecutada por trabajadores cualificados contratados a través de un convenio. La actuación consistirá en remover los laureles de india cuyas raíces están afectando al suelo de la ermita. No obstante, se mantendrán y ejecutarán diversos espacios de sombra y renovarán los mosaicos del suelo que se encuentran en gran parte deteriorados, así como el forjado.

Zapata se hizo eco de la preocupación que existe en el barrio por el estado de esta plaza y la peligrosidad del tramo que discurre sobre el barranco. Y ello es así hasta el punto de que se ha optado por vallarlo y situar carteles avisando del riesgo que existe a la hora de transitar por el mismo. Sin embargo, esta obra requerirá la redacción de un proyecto e intentar llegar a un acuerdo con el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) para su financiación.

El alcalde también apuntó la posibilidad de retirar una parte de la acera que rodea la plaza que está elevada y cuenta con unas rampas de una considerable pendiente, lo que supone un peligro para los vecinos que la transitan y dificultan su accesibilidad. Posiblemente todo ello se deba a que en su momento existió en este punto un acceso al templo, ya desaparecido.