Santa Cruz de Tenerife.- El grupo de CC-PNC del Cabildo de Tenerife muestra su satisfacción por el inicio del expediente para la concesión del título de Hijo Ilustre de la Isla de Tenerife a Eduardo Oramas Alayón. El consejero nacionalista, José Manuel Pitti, agradece el apoyo de todos los grupos políticos “por apoyar una moción que viene a destacar la figura de una persona que a lo largo de sus 97 años ha luchado para conservar nuestro patrimonio como es el Juego de la Mano, una modalidad recuperada por él a través del legado de sus ancestros”.
El consejero nacionalista señala que Eduardo Oramas “está significado en la historia como el primer maestro -tinerfeño y canario- del Juego de La Mano en Tenerife; un juego que fue en tiempos pretéritos un sistema de defensa personal en el que se combinan la mano y el palo. Es absolutamente indiscutible su aportación al objetivo de la transmisión del legado de nuestros antepasados a las nuevas generaciones, por lo que merece ser distinguido y reconocido”.
“Los juegos motores y deportes autóctonos y tradicionales de Canarias han sido transmitidos generacionalmente a través de los tiempos y, con el esfuerzo y perseverancia de muchas personas físicas y jurídicas, se han mantenido como señales inequívocas de la personalidad y de la cultura popular canarias”, señala José Manuel Pitti,
Trayectoria
Eduardo Oramas Alayón nació en San Miguel de Abona en 1923 y en la actualidad reside en El Fraile (Arona). Se ha ganado una gran reputación en su ejercicio como maestro del Juego de la Mano y del Juego del Palo y por su inquebrantable compromiso y decisiva tarea como transmisor de la cultura y las costumbres canarias. A lo largo de su vida ha ha desempeñado múltiples oficios: agricultor en Arico, cabuquero en Gran Canaria, albañil, carpintero, paredero, herrero, camellero y leñador, entre otros.
Oramas Alayón fue el fundador de la Escuela de Juegos Tradicionales en 2005, y según explica José Manuel Pitti, “en tiempo muy reciente, y hoy con las limitaciones naturales impuestas por sus 97 años, resultó especialmente emocionante contemplar su compromiso y generosidad para seguir enseñando nuestro modelo autóctono de autodefensa a las nuevas generaciones El otorgamiento del título de Hijo Ilustre es un merecido reconocimiento a la labor que ha realizado en defensa de nuestras tradiciones”.