Madrid.- La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto en marcha una campaña para que la epidemia de coronavirus sea considerada causa de fuerza mayor en la cancelación de viajes, y de este modo no sean los consumidores los que paguen las consecuencias económicas de la anulación de los viajes por la extensión de la epidemia.
Para OCU muchos consumidores sufren la incertidumbre de cómo la extensión de la epidemia puede afectar a los viajes que ya tienen contratados, y manifiestan un miedo más que justificado a contraer la enfermedad o quedarse aislados lejos de sus domicilios. OCU insiste en que, al contrario de lo que pretenden agencias, hoteles y compañías áreas, no se trata de una cancelación voluntaria, sino una decisión motivada por la extensión de la enfermedad y la incertidumbre provocada por las consecuencias económicas y personales que puede tener para los usuarios que tienen viajes contratados.
Por ello OCU pide, a través de esta campaña, el apoyo de los consumidores para que la Administración considere la situación actual como causa de fuerza mayor e inste a las empresas a que permitan a los usuarios cancelar los viajes contratados sin hacer frente a las penalizaciones de los contratos.
Para OCU, debe ser el Ministerio de Consumo, el que adopte una resolución que permita que los consumidores no tengan que hacer frente a las consecuencias de una situación de la que no son responsables, es ajena al contrato, y por tanto cumple los requisitos para considerarse causa de fuerza mayor.
