“En el colmo del esperpento, Patricia Hernández inaugura las instalaciones de la AAVV de Nuevo Obrero sin contar con los vecinos del barrio”

Dámaso Arteaga advierte de que “una alcaldesa a la que ya no le importa nada y carece del más mínimo rigor se olvida de que las obras se proyectaron y ejecutaron desde el anterior mandato, pedidas por la AAVV Juan Albornoz Sombrita en el barrio de Ofra”

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Santa Cruz de Tenerife.- Dámaso Arteaga, concejal del grupo municipal CC-PNC, muestra su perplejidad al conocer que “en la mañana de ayer, la alcaldesa, Patricia Hernández, a la que ya no le importa nada y carece del más mínimo rigor, procedió a inaugurar unas instalaciones que fueron pedidas por los vecinos de la AAVV Juan Albornoz Sombrita de Nuevo Obrero (Ofra) y que se proyectaron y ejecutaron desde el anterior mandato, en un acto que se realizó sin contar con los vecinos del barrio”.

“De esperpéntico se puede calificar este acto -añade Arteaga-, además de una falta de respeto al barrio de Nuevo Obrero, cuyos vecinos no participaron en la presentación de unas instalaciones que todavía necesitan el equipamiento necesario para destinarse a lo que la propia alcaldesa calificó como actividades formativas y que permitan el acceso a las nuevas tecnologías”.

El concejal nacionalista manifiesta su sorpresa, “ya el centro no cuenta con ningún ordenador ni las instalaciones pertinentes. Por no saber, los vecinos tampoco conocen cómo se va a gestionar el centro, qué responsabilidad tendrá la asociación de vecinos en la misma y qué tipo de actividades se podrán desarrollar, ya que no se les ha hecho llegar ningún documento borrador de cesión de uso ni normas de aplicación”.

Según se pudo constatar en la ceremonia de ayer, “ante la confusión, precipitación y carencia de rigor -apunta Dámaso Arteaga-, los vecinos se negaron a participar en una ceremonia que les olió a propaganda y que pretendía arrogarse para sí la culminación de un trabajo desarrollado desde la etapa anterior con la participación incluso de los vecinos en la configuración del proyecto y en la definición de las necesidades del espacio”.

Hay que recordar que la obra fue licitada por la Gerencia de Urbanismo que dirigía en aquel entonces el socialista José Ángel Martín, en la actualidad portavoz de este grupo municipal, y que ante la imposibilidad de terminarla tuvo que ser asumido el expediente por el departamento de Infraestructuras que dirigió José Alberto Díaz Estébanez, cuya finalización y ejecución se había realizado había concluido hace unos meses.

Como datos específicos merece la pena precisar que la obra se adjudicó en septiembre de 2018, con un coste de 582.000 euros y fue ejecutada por Paysa Construcciones y Reformas S.L.U. en una parcela de 511,3 m2 y 350,7 m2 de superficie útil.

“Desde luego, llama la atención -añade Arteaga- la precipitación por la foto de la alcaldesa con esta obra, ya que aún no cuenta ni con el equipamiento necesario ni con el documento de gestión y ni siquiera con la conformidad vecinal. De verdad, que es difícil hacerlo peor”.

En este hilo de argumentación, el concejal sostiene que “los vecinos se merecen respeto a sus esfuerzos y su trabajo, además de garantías de continuidad en la gestión y no presentaciones chapuceras y propagandísticas para una vez inaugurado volver a cerrar el edificio, algo que parece suceder en los últimos días con las inauguraciones a la carrera”.

Para finalizar, Arteaga recuerda que “José Manuel Bermúdez se comprometió a ponerle el nombre al edificio de Rosendo Alonso, según la petición vecinal y con la solicitud de que fuera dedicado a la dinamización social de un barrio con escasas dotaciones y que con esta obra se buscaba unir a los vecinos y fomentar la participación y el asociacionismo”.