Santa Cruz de Tenerife.- El diputado de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento de Canarias, Ricardo Fernández de la Puente, apuesta por incentivar la agricultura baja en carbono, lo que permitiría reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. En este sentido, afirma que “la agricultura baja en carbono juega un papel clave de cara al desarrollo sostenible, por lo que es necesario que se pongan en marcha medidas que incentiven dicha práctica entre los agricultores”.
Esta medida iría en línea con el Pacto Verde Europeo, pero, para poder materializarla de lleno en las Islas, el diputado de Cs aclara que “deben activarse todos los recursos disponibles, tanto a través de la utilización de fondos públicos, procedentes del Estado y de la Unión Europea, como mediante el fomento de las inversiones privadas, a través de la compensación voluntaria del carbono”.
Ricardo Fernández de la Puente recuerda que “el sector primario cumple un papel fundamental en las Islas, ya que, además de ser una fuente de abastecimiento y de generación de actividad económica, resulta determinante en la conservación del paisaje”. Por ello, “hay que intensificar esfuerzos para garantizar su supervivencia en unas condiciones óptimas para la conservación del medio ambiente y en una tendencia clara hacia la sostenibilidad de la producción”, añade.
En este sentido, aclara que se debe seguir avanzando en la implantación de las prácticas más adecuadas y sostenibles, brindando a los agricultores el acceso a la formación y asesoramiento necesarios para que puedan contar con herramientas que permitan que sus explotaciones contribuyan a la descarbonización.
Así mismo, explica que, con el uso de la llamada ‘agricultura del carbono’ se lograría mejorar la competitividad de los productos canarios y abrir una nueva vía de cara a que la actividad agrícola se pueda mantener y prosperar en el tiempo.
Ricardo Fernández de la Puente aclara que, gracias a esta iniciativa, se podría facilitar la reducción de la huella de carbono de las explotaciones, la incorporación de prácticas como la agricultura de conservación y el mantenimiento de las cubiertas vegetales o la gestión racional de la fertilización, adaptada a las peculiaridades de cada explotación. Todo ello, apunta el diputado, propiciaría una nutrición sostenible de los suelos, reduciendo las emisiones.