Las Palmas de Gran Canaria.- Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria duda de la efectividad de la medida tomada por el Consistorio capitalino de retrasar el carnaval dos semanas porque “no tiene ninguna justificación sanitaria”, asegura el viceportavoz, David Suárez.
Dice que “no se puede estar jugando con las fechas a merced de los intereses de la concejala responsable, Inmaculada Medina, y el alcalde, Augusto Hidalgo”. “Estamos en plena sexta ola y posponer el carnaval quince días no garantiza que se pueda realizar con la seguridad necesaria. Además, hay que tener en cuenta que, más allá del riesgo al que este Ayuntamiento expone a la población, se deslucirán unas fiestas que esperan ser reconocidas de Interés Turístico Internacional y que requieren de una gran inversión”, subrayó.
En este sentido, advirtió de que para conseguir el reconocimiento de Fiestas de Interés Turístico Internacional, hay que trabajar bajo premisas seguras, proyectando el carnaval para cuando la situación sanitaria permita que se realice con garantías, “y no cambiándolo de fecha cada quince días, porque esa mala planificación repercute en que ni turistas ni vecinos de la ciudad puedan organizarse, así como los grupos que participan en las carnestolendas, quienes también tienen que buscar la conciliación familiar”.
Con todo, David Suárez critica que la edila Inmaculada Medina haya tomado la decisión de posponer esta fiesta de manera unilateral y sin haberlo consensuado con los grupos del carnaval, al contrario de lo que ocurrió en Santa Cruz de Tenerife. Así, señaló: “Esta vez, Medina no ha querido ir de la mano de su homólogo en Santa Cruz de Tenerife, donde se ha pospuesto el carnaval hasta principios de verano después de reunirse con los grupos de las carnestolendas. La concejala juega a la improvisación, se planta en decisión sobre el retraso y, además, no se lo comunica a los grupos, sino que estos se enteran por la prensa”.
Suárez recordó que Cádiz y Santa Cruz de Tenerife han retrasado sus carnavales teniendo en cuenta las recomendaciones de las autoridades sanitarias y buscando sacarle la máxima rentabilidad a las fiestas, “no como en Las Palmas de Gran Canaria, donde ya se está montando el escenario en el Parque Santa Catalina para tenerlo listo dentro de un par de semanas, como si la situación fuera a estar controlada”.