Santa Cruz de Tenerife.- El Gobierno de Canarias amplía la ayuda de comedor de cuota cero a los meses de julio y agosto. La Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes ha anunciado ayer viernes, 3 de julio, que se realizarán dos recargas más de las 13.980 tarjetas monedero para atender al alumnado de familias con dificultades económicas, también durante estos dos meses de verano.
Estas constituirán la 4ª y 5ª campaña de esta iniciativa, que supone un gasto de unos 1,6 millones de euros por campaña. Se trata de una ayuda de 120 euros por alumno o alumna destinada a la compra de alimentos y productos de higiene de primera necesidad. Los beneficiarios y beneficiarias son estudiantes de centros públicos dependientes de la Consejería de Educación que disfrutan del comedor escolar a cuota cero, es decir, que no pagan nada por dicho servicio debido a sus escasos recursos.
El Ejecutivo puso en marcha esta medida en marzo para apoyar al alumnado en situación económica crítica que no podía disfrutar del servicio de comedor por el cierre de los centros educativos a causa del COVID-19. “El curso ha finalizado pero el compromiso del Gobierno de Canarias con estos niños y niñas continúa, velando porque estén atendidos durante estos dos meses en los que no hay clase, pero en los que las dificultades y necesidades de las familias no desaparecen”, indicó la consejera.
La Consejería informará de dichas recargas cuando se realicen. Cabe destacar que las condiciones de dicha ayuda, que se han comunicado a las familias, se mantienen. Así, se recuerda que no será necesario agotar dicho saldo en una sola compra, sino que se podrá repartir en varias. No se podrán hacer pagos superiores a esta cuantía con dichas tarjetas, que caducan el 31 de diciembre de 2020. El saldo de las mismas se puede consultar en los cajeros de Caixabank o en la web moneytopay.com
Las beneficiarias y beneficiarios deben conservar los tickets de las compras efectuadas por si son requeridos como justificación y no deben deshacerse de la tarjeta una vez consumido su saldo.
Las familias deben devolver la tarjeta al centro educativo cuando se les exija, así como destruirla cuando caduque o sea sustituida. Si se produce alguna incidencia, esta deberá comunicarse al centro educativo o contactar con Caixabank a través del número de teléfono que aparece en la tarjeta.