Este colectivo ciudadano espera que comience una nueva etapa en la que el Cabildo palmero tenga en cuenta soluciones como el Túnel de Trasvase y los tranques en galerías
Los Llanos de Aridane.- La Asociación Agua para La Palma muestra en un comunicado su predisposición para abrir una nueva etapa de diálogo sobre la política hidráulica de la isla con el futuro nuevo gobierno del Cabildo, que estará formado por Coalición Canaria (CC), bajo la presidencia de Sergio Rodríguez, quien contó con mayoría absoluta tras las elecciones del pasado 28 de mayo.
Un apoyo electoral que la asociación atribuye a la respuesta de la población ante su hartazgo respecto a la percepción general de las decisiones de la legislatura pasada cuyo caso se rebosó con la erupción del volcán de Cumbre Vieja el 19 de septiembre de 2021.
Este grupo de ciudadanos quiere dar un margen de confianza al nuevo equipo gobernante y espera que dé un giro a las decisiones que hasta ahora se han venido tomando, marcadas por el derroche en caras obras no prioritarias ni necesarias, y en decisiones que en lo tocante al agua y la emergencia volcánica dejaron de lado opciones de solución mucho más eficaces y económicas que permitirían asegurar a los agricultores y a la población en general un suministro de agua de calidad y mucho más barata, y que no fuera una solución a corto plazo sino definitiva para la comarca oeste de norte a sur.
En este sentido, Agua para La Palma anuncia que solicitará una reunión con el presidente insular electo, Sergio Rodríguez, y con el nuevo consejero de Aguas una vez tomen posesión y se forme el nuevo gobierno del Cabildo. La Asociación Agua para La Palma «no ha cambiado aquello en lo que cree firmemente, que, con conocimiento y argumentos, va a exponer a la nueva Corporación insular, como hace desde sus inicios, propuestas que tiene viabilidad técnica.
Están avaladas por expertos en hidrología como el ingeniero Carlos Soler Liceras, «quien no ha sido un ingeniero al uso no de aquellos de bolígrafo que firman cuanto les pongan delante por no perder su puesto, sino que ha estado en las entrañas de la tierra mano a mano con los canarios que han perforado las galerías en las islas y que ha sido lo suficientemente humilde como para también aprender de ellos».
La Asociación recuerda que sus propuestas permitirían que el agua en la isla pudiera abaratarse hasta un 90%, y garantizarían una mejor gestión de las reservas de agua, para evitar su sobreexplotación que agotaría este recurso para las explotaciones públicas y privadas.
Al mismo tiempo, «se propiciaría así la creación de riqueza con el uso racional del agua, parando el declive demográfico con nuevas oportunidades de desarrollo sostenible, tanto en el sector primario como en otros sectores, ganando la economía insular en competitividad y atractivo, de modo que muchas más personas podrían tener un proyecto de vida en La Palma retornando a su isla natal».
Agua para La Palma lleva cuatro años de constantes peticiones al Cabildo sin respuesta alguna para una intervención urgente en el Túnel de Trasvase, inacabada obra hidráulica pública que tras más de 20 años «sin un mínimo mantenimiento, se encuentra en estado de abandono y ruina y con gigantescas pérdidas por tener tranques mal emplazados y peor ejecutados».
Un hecho «totalmente imperdonable, dado que, siendo aún galerías (al no haber calado todavía como túnel aunque se le llamé así), la de Aduares en Breña Alta y la de Hermosilla en el Valle de Aridane, de las existentes en la isla de La Palma, las que más caudal de agua aportan al consumo de la población».
Asimismo, Agua para La Palma ha solicitado de manera reiterada al Consejo Insular de Aguas que obligue a instalar tranques hidráulicos en todas las galerías (sólo 7 galerías de las 100 existentes en la isla tienen estos cierres) para regular el caudal de salida. Estas captaciones subterráneas suministran el 80% del agua que se consume en la Palma.
Los cierres o tranques hidráulicos permitirían ahorrar más del 30% de la energía eléctrica demandada en la isla al entrar en juego la fuerza de la gravedad como fuente de energía motriz, mientras que los pozos necesitan gigantesca elevaciones o impulsiones. «Peor aún es el consumo energético que generan las carísimas desaladoras instaladas tras la erupción volcánica, más las que pretenden instalar en el futuro, que generan daño al medio ambiente y los ecosistemas, y que dan un agua cara que depende del petróleo», subraya Agua para La Palma.
Por ello, la Asociación se compromete a que en esta nueva etapa del Cabildo, si estas propuestas son estudiadas con el rigor y la atención que merecen por esta institución, ofrecerá «plena colaboración» al nuevo equipo de gobierno para que las asuma y las aplique, por el bien común y el desarrollo socioecónomico de la la isla.