Narvay Quintero retorna a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias en un momento muy delicado, con problemas que evidencian las dificultades del Archipiélago para alcanzar el autoabastecimiento, uno de los retos que se plantea para este mandato.
PREGUNTA: ¿Estamos tan lejos como parece de la soberanía alimentaria? ¿Cómo mejorar?
RESPUESTA: Estamos lejos, aunque la percepción es que lo estamos más de lo que realmente es. En pesca tenemos un 100% de autoabastecimiento en atún, incluso lo exportamos; también en plátanos y en tropicales; en la papa producimos el 62% y en otros cultivos, superamos el 50%; en otros muchos estamos por debajo del 40% que establece la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) como el nivel para territorios como el nuestro. La parte más complicada es cómo mejorar, porque influyen factores como la administración, que debe generar políticas para hacer atractivo el sector primario económicamente, que genere empleo, calidad, competitividad y que lo dignifique. No hablamos de agricultores, ganaderos y pescadores, ellos son empresarios. Estamos cargando al sector de burocracia y eso hay que empezar a eliminarla. Defiendo que debemos entenderlo como un servicio ambiental, pero la política ambientalista lo excluye. De hecho, habría que pagar al sector primario por mantener el medio. Y la sociedad tiene que consumir productos kilómetro cero y pagar por la diferenciación que Canarias aporta.
P: ¿Sin relevo generacional, hay futuro en el sector primario?
R: No, no, no. Los jóvenes están más formados que nunca, pero, lo primero es hacer el sector rentable económicamente, que haya dignidad económica para tener dignidad de vida. Hay experiencias, jóvenes que han emprendido, crean empleo y obtienen una renta.
P: ¿Qué se está haciendo para corregir la crisis de la papa?
R: El mercado modula los precios y el Gobierno canario es incompetente en esa materia. Pero con el Gobierno de España y los productores del Archipiélago buscamos una solución con la premisa de garantizar que no entren plagas en Canarias, porque eso sería inmensamente peor que la tensión que tengamos de un productor en el mercado, incluso la escasez. El Ejecutivo central ya habló con Reino Unido. Fitosanitariamente, Irlanda, Gales y Escocia son ajenas a Inglaterra. De hecho, el informe recibido y que conocemos en Canarias asegura que en Reino Unido no hay plaga ya, sino focos aislados del escarabajo colorado en cuyo aislamiento, control y certificación están trabajando. Tenemos que pensar en el hecho de que un escarabajo en Inglaterra pone en jaque aquí un producto esencial como la papa. Pero nos preocupa la semilla que tenemos que plantar en breve. La solución la tendremos en días.
P: ¿Qué motivó que dejáramos de ser exportadores de papas?
R: La globalización, la llegada de plagas como la polilla de la papa, las normativas europeas en materia de trazabilidad, la eliminación de productos fitosanitarios, seguridad laboral, salarios, medio ambiente y que dejamos entrar la papa de países que incumplen esas condiciones. En el mercado, todo eso encarece nuestra papa frente a la importada. Aun así, los agricultores han mantenido la producción de autoconsumo en un 62%. La intención es aumentar el autoabastecimiento un poco sobre ese porcentaje con semilla propia, en cuatro o cinco años.
P: ¿Qué se hace para corregir el precio del aguacate?
R: No podemos hacer nada en el libre mercado. Intentamos que el aguacate se corte y esté en el mercado con los niveles de graso y seco que exige la ley, que no se corte en verde para aprovechar precios alto. Para eso, hacemos inspecciones y sancionamos. En este caso, también es responsabilidad de cooperativas y productores en la planificación para evitar estos precios.
P: ¿Se ha tardado mucho en actuar ante la cochinilla basta del carmín o silvestre?
R: Sí, se ha tardado. Empezó en La Palma y se extendió sin que viéramos el peligro. Desgraciadamente, contribuyó el abandono de la tunera y su actitud productiva. Estamos con protocolos de actuación e investigando la eliminación de la cochinilla conservando la tunera.
P: El plátano es otro producto en crisis. El mercado decrece por semanas.
R: Tiene mucha fluctuación y ahora tenemos un año muy malo y unos meses, malísimos. El verano, con la disminución de consumo por cierre de los colegios y vacaciones, además de la humedad y las temperaturas altas llevan a registrar récord de producción. Esperamos que a mediados de septiembre mejoren los precios. Pero sí, los productores están en situación complicada.
P: La ganadería decrece de forma notable. ¿Qué se proyecta para recuperar la cabaña?
R: El 45% del gasto ganadero es la alimentación de los animales. Ese gasto se coloca en un 55% porque el precio sube, a lo que hay que añadir la subida de la energía y de los insumos que sitúan por encima del 100% el gasto que tenía el sector hace cinco años. Eso es real y muy duro. Eso les obliga a subir los precios del producto, pero tampoco así llegan. Nosotros tenemos que modular el Registro de Explotaciones Agrarias (REA) para intentar sopesar la alimentación y las ayudas directas para compensar las pérdidas. Eso es para ahora, pero hemos de pensar en qué sector ganadero queremos y cuál podemos mantener en condiciones dignas de viabilidad económica. Tenemos que intentar salvar a todas las explotaciones e incrementarlas. Canarias es una potencia en este sector, sobre todo en queso, del que somos de los que más produce y consume. No será fácil, pero hay que diseñar un plan de forraje para que una parte de esa alimentación sea propia.
P: ¿Sirve para algo la Ley de Cadena Alimentaria? Los agricultores siguen igual o peor.
R: La filosofía es muy buena, pero de la filosofía al hecho hay un trecho no cubierto. Perjudica al productor y al comprador. Hay que perfeccionarla para que sea efectiva. Estamos empezando a aplicarla en nuestra competencia.
P: Agua, otro problema en el campo canario. La sequía lo agudiza. ¿Qué proyecta su consejería?
R: Podríamos estar hablando del problema más importante. Es fundamental. No es nuestra competencia, sino de los Cabildos. Falta una planificación hídrica para el sector primario. Hay islas que aguantan, pero otras agonizan. No es fácil ni a corto plazo contar con una planificación a 10-15 años. Cuando fui consejero del área con anterioridad hicimos un protocolo, que firmamos el 22 de diciembre de 2018 con la actual vicepresidenta del Gobierno de España, por 928 millones a invertir en 12 años en Canarias. Gran parte de las obras era para el sector agrícola: desalación, conducción, almacenamiento y regeneración. Se ha ejecutado cero.
P: Sin acuerdo de pesca Europa-Marruecos, ¿pinta mal el futuro del subsector?
R: Va a ser complicado recuperar el acuerdo tal y como estaba. Cierto que no es bueno para Canarias, pero ese no es el hándicap del sector en las Islas. Es que el Gobierno de España nos dé más cuota de atún y la temporalidad. Seguimos con una flota artesanal y barcos polivalentes. Hay que darle más cuota de atún a los barcos cañeros para que sobrevivan todo el año y una cuota digna de atún a los polivalentes, para que no hagan más presión en la orilla ante las reducidas dimensiones de nuestra plataforma. Yo pediría la eliminación de las cuotas con Canarias, porque científicamente está demostrado que la flota pesquera es artesanal y sostenible, porque sus capturas son irrisorias y los ejemplares son de tal tamaño que han desovado previamente lo suficiente como para no poner la especie en peligro. Ahí está el verdadero talón de Aquiles del sector. Estamos llegando a acuerdos con el Ministerio que son parches, pero les puede favorecer y ayudar a paliar las pérdidas en el último trimestre del año. Nosotros vamos a por una estabilidad.
P: El Arbitrio Insular a la Entrada de Mercancías (AIEM) no aporta los beneficios que esperaba el sector, apuntan empresarios. ¿Hay que hacer algo con él?
R: Sí. Tiene que ser dinámico. Estamos empezando a preparar los estudios e informes para las modificaciones que debe aprobar Europa. Tenemos que proteger a nuestra industria agroalimentaria. No puede ser que yo elabore vino y para abrir una botella me la cobren, pero no si el vino llega de fuera embotellado. Se hizo un ajuste, pero hay que ir a más. Si no, hay competencia desleal.
P: Vuelve usted a la misma consejería que gestionó entre 2015 y 2019. ¿Qué ha encontrado?
R: Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero espero que sí esta vez. La segunda temporada de la serie “El Hierro me gustó bastante”. He vuelto por un compromiso con el sector y con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y porque mi partido me lo pidió. He encontrado cosas buenas, que las continuaré; cosas no tan buenas y algunas otras que prefiero no mencionar. Cuando asumo un cargo, miro al futuro con todas sus consecuencias. No soy responsable del pasado y sí consecuente con el futuro. En el momento que tanga que decir lo que me he encontrado, lo diré, pero no será la justificación para cambiar el futuro.
P: ¿Cuáles son los retos que se plantea en este mandato?
R: Mantener y aumentar la producción de autoconsumo en Canarias es lo fundamental, con garantía para quienes están en el sector con protección económica y social, además de estabilidad, siendo consciente de que eso requerirá tiempo. Hay que dignificar a la gente que trabaja en el campo y el mar, a esas personas que nos alimentan bien y sano, generan paisaje, contribuyen a corregir el cambio climático, a evitar la erosión del territorio y al mantenimiento del mundo rural. Esa es la filosofía.
