La Asociación para la Conservación de la Biodiversidad de Canarias lamenta que el Plan contemple «la biodiversidad como florero y no como realidad prioritaria» y pide «medidas concretas» para su recuperación
Santa Cruz de Tenerife.
El Plan de Recuperación Forestal para zonas afectadas por los incendios forestales anunciado recientemente por el Gobierno de Canarias debe contemplar medidas concretas para recuperar la biodiversidad y situarlas como «primer y más importante objetivo» de todas las acciones que se desarrollen.
Esta es la postura que defiende la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad de Canarias (ACBC), que reclama la priorización de la restauración de la biodiversidad y la salud de los sistemas dañados, incluyendo el suelo, en la implementación del citado Plan de Recuperación Forestal.
La ACBC lamenta que el Plan contemple «la biodiversidad como florero y no como realidad prioritaria» e insiste en la inclusión de medidas concretas inmediatas con su correspondiente presupuesto para recuperar la biodiversidad en las zonas afectadas.
Para la ACBC, la conservación de la biodiversidad debe ser el objetivo prioritario de las actuaciones previstas. Pide que se evalúen detenidamente los daños a la biodiversidad, que las acciones que se emprendan sean respetuosas con la conservación y vayan acompañadas de medidas de seguimiento y vigilancia y que se incorporen con total claridad medidas concretas suficientes y adecuadas para la restauración y recuperación de la biodiversidad y la salud de los ecosistemas dañados.
Desde esta asociación se analiza la información difundida por el Gobierno de Canarias sobre el Plan de Recuperación Forestal como una iniciativa transversal que implicará a distintas áreas del Ejecutivo y tendrá atención especial en la prevención de incendios.
Entre las acciones del plan del Gobierno, destacan de forma específica trabajos de prevención de incendios, limpieza de vegetación quemada, construcción de sistemas para la retención de suelo que eviten escorrentías y tareas de sensibilización y concienciación. Posteriormente, cuando se habla de presupuestos, se menciona la consolidación y la restauración del terreno y la recuperación de la biodiversidad en las zonas afectadas, pero sin especificar ninguna medida concreta al respecto de esta última.
Fijación del suelo
La ACBC considera «muy necesarias» las iniciativas de choque para paliar y reducir los importantes daños producidos por los incendios. «Se trata de hechos muy traumáticos, tanto en lo social como en lo ecológico, que suponen demandas extraordinarias que hay que atender, desde acciones inmediatas para la fijación de suelo, que deberían estar haciéndose en estos momentos de forma muy intensa, cubriendo el máximo de territorio afectado, allí donde se considere necesario, la corta de vegetación que supone un riesgo para la población, la reparación de infraestructura dañada, etc.»
Para la asociación, este tipo de acciones son las habituales que se suelen incluir en los programas de actuación post incendio. «Sin embargo, aunque en la exposición de motivos y en la formulación de objetivos de estos planes se suele aludir de pasada a la recuperación de la biodiversidad, esto no suele ir acompañado de acciones concretas con su correspondiente presupuesto. Esta importante limitación parece repetirse nuevamente con este plan».
La ACBC hace hincapié en que «no hay que ignorar que los trabajos de prevención de incendios deben ser una actuación más de la gestión para la restauración de la biodiversidad, y nunca debemos olvidar que este es el objetivo principal».
«Lo mismo que para tratar a un paciente enfermo se necesita de un diagnóstico, también para abordar acciones de recuperación post incendio se necesita de un trabajo serio de evaluación de daños. Por tanto, señalamos que este plan debe tener muy en cuenta, como punto de partida, la evaluación de los daños a la biodiversidad, incluyendo el suelo».
Gestionar las especies y los ecosistemas
La Asociación para la Conservación de la Biodiversidad de Canarias reclama medidas concretas para la recuperación, extensión y fortalecimiento de poblaciones de especies de flora amenazada afectadas. «No se trata sólo de actuar sobre lo dañado por el incendio, es urgente gestionar las especies, aumentando sus poblaciones para recuperar su funcionalidad en los ecosistemas y su capacidad de recuperación espontánea ante futuros incendios u otro tipo de perturbaciones».
Explica que «nuestros ecosistemas naturales están muy depauperados, empobrecidos e incluso vaciados en amplias extensiones de buena parte de su biodiversidad. Así, las acciones tras los incendios deben tener en cuenta estas realidades e incluir acciones específicas en favor de la biodiversidad y la salud de nuestros ecosistemas, construyendo los primeros peldaños de una gestión que deberá tener continuidad a largo plazo».
«Decimos esto porque demasiado a menudo, tras los incendios, de pronto hay movilización, la gestión bulle, pero en poco tiempo dejan de ser prioritarias y poco a poco todo languidece. El trabajo de conservación es una carrera de fondo, donde el cortoplacismo no funciona», añade.
Por otro lado, en entornos naturales vulnerables, las acciones que se desarrollen deben prestar suma atención a los valores naturales existentes a fin de evitar daños colaterales derivados de los trabajos que se realicen. Un personal no suficientemente formado o instruido, o una mala planificación de las acciones, puede llegar a hacer mucho daño sobre un medio natural ya deteriorado por el incendio y que es especialmente frágil en las primeras etapas de recuperación.