En el Cabildo de Tenerife después del 28 de mayo se acaba de abrir una nueva etapa política. Esperemos, por el bien de sus actuales regidores y el nuestro, que no les suceda lo mismo que a sus predecesores, si es que aspiran a gobernar algo más que un mandato.
Es significativo, o lo debería ser, que, alcanzado el poder insular desde una alcaldía -en la que no tuvo rival durante décadas-, sacrificara todo por ser algo más. Quizá no fue la mejor de las decisiones, visto el resultado electoral tras las elecciones del pasado mayo. Pero, ser quien dirige el partido ayuda a tomar esas decisiones. Lo cierto es que, a pesar de todo, una dirección insular permite tener una bala en la recámara: el Senado de España, una fórmula para seguir en la poltrona tras el fracaso del objetivo principal. Estamos ante otro ejemplo más de que el verbo dimitir por fracasar no está en el ADN de los políticos de estas ínsulas. De hecho, están convencidos de que ellos nunca son los responsables de sus fracasos, somos los que no les votamos.
Al lio. Rosa Dávila (Coalición Canaria) parece haber arrancado fuerte. Empieza prometiendo resolver el problema de la movilidad de la Isla de Tenerife en tan solo tres meses. Suena a algo pretencioso, tras las décadas de involucionismo vial que sufre este territorio insular: TF-1, TF-5, tren al sur -por qué no al norte-. Sin embargo, parece ser que el Circuito del Motor de Tenerife tiene ya mejor futuro. Algo tendrá que ver en ello el Partido Popular, seguro. Esperemos que acierten en la encomienda.
Pendiente le queda a este gobierno insular resolver algunos problemas que nosotros, perdonen nuestra desfachatez, consideramos también muy prioritarios, muy, pero que muy prioritarios, como son los asuntos sociosanitarios -CAMP La Cuesta, o el propio El Mojón-, el agua para el sector primario, los mayores, las renovables; en transportes, el Aeropuerto del Sur o Fonsalía, y una de las joyas de la corona, el vertedero insular, o el puerto deportivo, pesquero y turístico de Puerto de la Cruz, y muchos más que se nos quedan en el tintero, se lo aseguramos.
Bueno esperemos que en un par de meses estas cuestiones, o la mayoría de ellas, sus resoluciones empiecen a ser visibles. Para ello, nuestra nueva presidenta insular, Rosa Dávila, aseguró que este verano no habrá vacaciones para el equipo de gobierno del Cabildo Insular de Tenerife. Es decir, que tiempo dicen que le van a echar.
