La propuesta de implementar una tasa turística en Canarias ha recibido un amplio respaldo por parte de los turistas que visitan el archipiélago, según los últimos datos del Instituto Canario de Estadística
Santa Cruz de Tenerife.- El debate sobre la implementación de una tasa turística en Canarias ha ganado relevancia en los últimos meses, alimentado por los resultados de la Encuesta sobre Gasto Turístico del segundo trimestre de 2024, publicada por el Instituto Canario de Estadística (ISTAC). Según esta encuesta, el 76,5% de los turistas que visitaron el archipiélago entre abril y junio estarían dispuestos a pagar una tasa turística, siempre y cuando los fondos recaudados se destinen a mejorar el medio ambiente y los servicios turísticos de la región.
Estos datos demuestran una creciente conciencia entre los visitantes sobre la necesidad de contribuir al mantenimiento y mejora del destino. La tasa, que podría oscilar entre 1 y 3 euros por día, es vista por muchos turistas como un precio justo a cambio de disfrutar de los paisajes, playas y servicios que ofrecen las islas. Solo una pequeña minoría, inferior al 20%, se muestra reticente a la idea, siendo los turistas procedentes de Irlanda y la Península Ibérica los menos dispuestos a aceptar este suplemento.
La propuesta de la tasa no es nueva en el contexto europeo, donde destinos como Cataluña, Baleares y varias ciudades italianas ya han implementado este tipo de impuesto con resultados positivos en términos de recaudación y reinversión en la infraestructura turística. En el caso de Canarias, se estima que la recaudación podría destinarse a proyectos específicos para la conservación del medio ambiente, la mejora de la infraestructura turística y el apoyo a la economía local.
Este respaldo mayoritario de los turistas es una señal alentadora que el gobierno regional, podría ir considerando como parte de su estrategia para garantizar un turismo sostenible y reducir la presión sobre los recursos naturales. La idea es que la tasa contribuya no solo a la mejora de los servicios turísticos, sino también a la preservación del entorno natural, un aspecto clave para mantener a Canarias como un destino atractivo y competitivo a nivel internacional.
La gestión de esta posible tasa también es un aspecto crucial. El Gobierno de Canarias deberá implementar, llegado el caso, un sistema transparente y eficiente, en el que los fondos recaudados se utilicen de manera efectiva y se informen de forma clara los proyectos financiados. Este enfoque busca evitar la percepción negativa que ha acompañado a medidas similares en otros destinos, donde los turistas no siempre han visto los beneficios tangibles de su contribución.
Además, la aceptación de la tasa varía según el país de origen de los turistas. Mientras que los visitantes suizos y alemanes muestran una alta disposición a pagar la tasa, con porcentajes de aceptación del 89%, otros mercados, como el irlandés y el peninsular, presentan más resistencia. Esta diversidad en las actitudes refleja las diferentes sensibilidades y expectativas de los turistas según su origen, lo que sugiere que una campaña de comunicación eficaz será clave para asegurar el éxito de la medida.
La implementación de la tasa turística también podría tener efectos positivos en la gestión de la afluencia turística en las islas. Al asignar los fondos recaudados a la mejora de la infraestructura y la protección del entorno, se podría mitigar el impacto negativo del turismo masivo, un desafío recurrente para destinos populares como Canarias. Asimismo, esta medida contribuiría a una distribución más equitativa de los beneficios económicos del turismo, favoreciendo a las comunidades locales y promoviendo un desarrollo más sostenible.
En conclusión, la tasa turística en Canarias aparece como una medida viable y con un respaldo significativo por parte de los turistas, que reconocen la necesidad de contribuir a la conservación y mejora del destino. En un contexto global donde la sostenibilidad es cada vez más valorada, la tasa turística se perfila como una herramienta clave para asegurar el futuro del turismo en las islas.
