¡Se acabó, llegó el virus y mandó parar!

Si España sigue dando la espalda a Canarias y no obliga a los turistas, sean de donde sean, a venir con un test negativo desde origen

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Europa cierra las puertas a Canarias -el último reducto de salud decía alguno, ¡que vengan los turistas!-. Primero, los británicos, y ahora, los nórdicos se lo piensan y, lo que es peor, los alemanes nos ponen en su ‘lista negra’ y la “temporada alta” al traste porque nuestros políticos no se han atrevido a tomar decisiones contundentes, a gobernar, en definitiva -será que piensas que solo su obligación consiste en salir en los medios a diario con su verborrea y cobrar sueldos estratosféricos, esos que no se pagan en ningún otro lugar-, aunque el sector turístico y el resto del mundo clamen al cielo por los test en origen.

Hasta ahora, una legislación lasa, plana y de risa con un cuerpo sancionador para asustar a niños ha permitido que un montón de niñatos sobre hormonados y egocéntricos hayan contagiado el coronavirus por todos los rincones de Canarias, llevándonos a cotas que ni siquiera se dieron en la primera oleada de la pandemia. Por cierto, lo de ahora no es otra ola, no, es un tsunami. La fiesta y la noche nos ha salido muy cara.

Si España sigue dando la espalda a Canarias y no obliga a los turistas, sean de donde sean, a venir con un test negativo desde origen, como así lo hacen otros países de la UE si vas a ellos, Canarias debe exigir una prueba de control a la llegada de los turistas a los hoteles, y así como a los canarios y turistas que se muevan entre islas las compañías de transportes deberán exigir un certificado con resultado de prueba negativa para embarcar, tanto en los aviones como en los ferrys que unen las islas. Esto si no se quiere llegar nuevamente al confinamiento. Seguro que ya no es mala idea que se vaya planteando que desde alguna isla no se pueda viajar al resto del Archipiélago, ¿o esperamos a que todos estemos igual?

Esto, lo del coronavirus, si se quiere, tiene solución, pero con un Gobierno que hasta la fecha ha basado toda su estrategia de lucha contra la COVID-19 en campañas de publicidad esperando que los canarios seamos responsables solo ha servido para que las empresas de genios publicitarios, las de siempre, y los medios de comunicación, los de siempre, sean los grandes beneficiados económicos de la pandemia. Ni una sola campaña -esas que llegan siempre a millones y millones de personas con millones y millones de “impactos”- ha dado fruto alguno, pues las cifras actuales de la pandemia dan miedo, escalofrío. Seguro que en estos días volveremos a ver el lanzamiento de otra genial, única y exclusiva campaña publicitaria que va a arreglar la situación porque los canarios somos los mejores, los más responsables, seguro. Lo de la Organización Mundial del Turismo y sus cortes de periodistas visitando isla a isla, lo dejamos mejor para otro día.

No nos olvidemos de que gracias al estado de alarma y el confinamiento el virus se controló y no se llegaron a superar niveles del 5% de población contagiada –no hubo inmunidad de rebaño-; luego, salimos a la nueva normalidad y estamos como estamos. Sólo cabe esperar que, tras el inminente inicio del curso escolar, allá por el mes de octubre, no nos tengamos que echar las manos a la cabeza lamentando nuevamente la “nueva situación”.