Santa Cruz de Tenerife.- El Partido Popular en el Cabildo de Tenerife defenderá este viernes, en el transcurso del Pleno, que la institución insular aborde con urgencia la situación de inseguridad de la carretera TF24, más conocida como la carretera de La Esperanza, especialmente en los tramos que circulan por zonas con viviendas.
Así lo ha explicado la portavoz de los Populares en el Cabildo, Zaida González, que recuerda que “en noviembre de 2020, nuestro compañeros en el Ayuntamiento de La Laguna presentaron una iniciativa en este sentido, recogiendo las demandas vecinales de la zona, y especialmente de Rodeo Alto, consiguiendo un acuerdo unánime para instar al Cabildo a que, con urgencia, acometiera una actuación que mejorara la situación de inseguridad que padecían por las condiciones de la vía”.
Sin embargo, “después de más de un año, el Cabildo no ha tomado ninguna medida al respecto”, denuncia la portavoz Popular, que indica que “se trata de una demanda histórica de los vecinos de la zona, que viven en un entorno con una carretera en la que la velocidad a la que circulan los vehículos, la falta de iluminación, la ausencia de pasos de peatones o la inexistencia de aceras, provocan situaciones de peligro para las personas diariamente”.
El propio acuerdo que adoptó el Ayuntamiento de La Laguna, a instancias de la propuesta del Partido Popular, recoge la necesidad de “una actuación urgente en esta carretera, y especialmente en los tramos cercanos a las paradas de guagua, por el riesgo que supone para los vecinos y usuarios del transporte público”, riesgo que se incrementó posteriormente con la apertura del centro de acogida de migrante en el antiguo cuartel militar de Las Raíces, “ya que esta carretera ha incrementado el número de viandantes desde entonces”.
Ante estas circunstancias, el Partido Popular buscará el apoyo de todos los grupos políticos que conforman el Pleno del Cabildo de Tenerife para que “se proceda, de forma urgente, a instalar todos aquellos elementos necesarios que posibiliten la reducción de la velocidad de los vehículos en los tramos más peligrosos, además de dotar a las zonas de la vía donde se ubiquen viviendas y paradas de guaguas, del acerado necesario y de alumbrado suficiente que reduzca el riesgo de atropellos y accidentes”.