Santa Cruz de Tenerife.- La consejera Popular en el Cabildo de Tenerife, Águeda Fumero, denuncia “la incapacidad de la institución insular a la hora de responder a las necesidades del tejido productivo de Tenerife, en este nuevo marco económico y social en el que estamos, absolutamente marcado por la dramática crisis que estamos sufriendo como consecuencia de la pandemia del coronavirus”.
Fumero recuerda que “desde el Partido Popular hemos preguntado en varias ocasiones cuál es el nivel de ejecución de la línea de ayudas que sacó el Cabildo para pymes y autónomos de la Isla, con la intención de ayudarles a sufragar gastos corrientes, al objeto de evitar, en la medida de lo posible, el cierre definitivo de muchas empresas tinerfeñas, motivado por la crisis social y económica en la que estamos inmersos”. Asimismo, “hemos trasladado, en numerosas ocasiones, nuestra preocupación por la situación del tejido productivo de Tenerife, y hemos trasladado la necesidad de ser más eficaces en relación a las ayudas”.
Águeda Fumero reclama “mayor agilidad” por parte del Cabildo “para dar una respuesta inmediata a las empresas, autónomos, pymes y comerciantes de nuestra Isla”, y recuerda que “desde el 14 de marzo, más de 1.000 empresas tinerfeñas han tenido que cerrar sus puertas definitivamente”.
“La respuesta que se nos da desde el gobierno en el transcurso de la última Comisión Plenaria de Empleo- incide la consejera- es que en 9 meses, más de 11.500 empresas han solicitado estas ayudas, pero el Cabildo solo ha abonado de forma efectiva algo más de 800, lo que supone poco más del 7% del total”, a lo que agrega que “los esfuerzos que ha realizado el Cabildo para llegar a tiempo a socorrer a los autónomos y pymes es, a todas luces, insuficiente, y es lamentable que muchos de ellos se vean obligados a renunciar a las mismas, porque ya han cerrado sus puertas”.
Para Águeda Fumero, “este es un dato que nos llena de desesperanza, puesto que de lo que hablamos en realidad es de darle la posibilidad a empresas y autónomos tinerfeños a mantener sus puertas abiertas, posibilidad que el Cabildo está negando, debido a su incapacidad para gestionar sus propios recursos”.
“Lo triste de esta situación -señala Fumero- es que hemos tenido 9 meses para buscar soluciones efectivas a las trabas que puedan derivarse de cuestiones administrativas, teniendo en cuenta lo excepcional de la situación en la que estamos”, pero lejos de ser así, “nos encontramos con un gobierno insular que es incapaz de dar una respuesta adecuada a las necesidades de nuestro tejido productivo, formado fundamentalmente por pymes y autónomos”.