La pobreza energética afecta al 11,4% de los hogares en Canarias, un problema que no solo impacta la calidad de vida de miles de personas, sino que también agrava la vulnerabilidad social en una región con una de las rentas per cápita más bajas de España
Santa Cruz de Tenerife.- La pobreza energética en Canarias es un problema creciente que afecta a un importante segmento de la población. Este fenómeno se refiere a la incapacidad de muchos hogares para mantener servicios energéticos básicos, como la calefacción, la refrigeración y la iluminación, a un costo asequible. La situación se agrava en las islas debido a diversos factores, incluyendo la baja renta per cápita y las características propias del mercado energético insular.
La pobreza energética tiene múltiples impactos negativos, afectando la salud, el bienestar y la calidad de vida de quienes la padecen. En Canarias, el 11,4% de los hogares se encuentran en esta situación, un dato preocupante aunque por debajo de la media nacional del 12,4%. La pandemia y la crisis económica han exacerbado esta problemática, aumentando el número de personas que no pueden pagar sus facturas energéticas a tiempo y que viven en viviendas con condiciones de temperatura inadecuadas durante el invierno.
En respuesta a esta crisis, varias organizaciones y entidades están trabajando activamente para mitigar sus efectos. El Gobierno de Canarias ha encargado un nuevo plan estratégico para la inclusión social y la lucha contra la pobreza, que incluye medidas específicas para abordar la pobreza energética. Este plan se está desarrollando con la colaboración de universidades, organizaciones sindicales y otras entidades locales, y se espera que proponga soluciones estructurales y sostenibles a medio y largo plazo.
Una de las iniciativas destacadas es la modificación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de Canarias, que busca acelerar la implantación de energías renovables y mejorar la eficiencia energética en el archipiélago. Esta ley pretende facilitar la tramitación de proyectos energéticos y fomentar la participación ciudadana en estos proyectos, asegurando un suministro energético más estable y accesible.
Además, la ONG Energía sin Fronteras ha organizado jornadas y actividades para sensibilizar sobre la pobreza energética y promover soluciones prácticas. Estas actividades incluyen talleres de eficiencia energética y asesoramiento técnico a administraciones y ciudadanos. También se han establecido convenios con empresas energéticas como Endesa para apoyar a las familias vulnerables y garantizar su acceso a los servicios básicos.
Otra medida significativa es el bono social de electricidad, del que actualmente se benefician casi 105,000 personas en Canarias. Este bono garantiza la continuidad del suministro eléctrico a los hogares más vulnerables, aunque se reconoce la necesidad de mejorar su alcance y adaptabilidad a las necesidades específicas de la población canaria.
Actualmente, el Cabildo de Tenerife organiza un seminario-webinar que abordará la pobreza energética en Canarias. Este evento tendrá como objetivo analizar las causas y consecuencias de este fenómeno, así como discutir posibles soluciones y estrategias para su mitigación. En el seminario participarán expertos del sector energético, representantes de organizaciones no gubernamentales y autoridades locales, quienes compartierán sus experiencias y propuestas para enfrentar este desafío.
El encuentro cuenta con la colaboración del área de Acción Social, Participación Ciudadana y Diversidad del Cabildo, el programa Tenerife Isla Solidaria, Fundación de Familias Monoparentales Isadora Duncan, Oficina de la Participación y el Voluntariado Ambientales de Tenerife, Universidad de La Laguna, EAPN-Canarias, Provivienda y Cruz Roja Española.
La situación es compleja y requiere una intervención coordinada a varios niveles. Los gobiernos insulares y locales, en colaboración con organizaciones no gubernamentales y entidades privadas, están implementando diversas estrategias para combatir la pobreza energética. Estas incluyen la mejora de la calidad de las viviendas, la promoción del ahorro energético y la educación sobre el uso eficiente de la energía.
En conclusión, la pobreza energética en Canarias es un desafío significativo que afecta a miles de hogares, con consecuencias profundas para la salud y el bienestar de la población. Las iniciativas en marcha, tanto a nivel gubernamental como de la sociedad civil, son pasos cruciales para aliviar esta situación. Sin embargo, se necesita un esfuerzo continuo y sostenido para asegurar que todos los canarios puedan acceder a servicios energéticos esenciales de manera justa y asequible.