Santa Cruz de Tenerife.- La diputada de Nueva Canarias (NC) Esther González contó hoy con el apoyo unánime del Parlamento para aprobar una proposición no de ley que demanda al Gobierno estatal que reconozca la obesidad como una enfermedad crónica, para que el Sistema Nacional de Salud (SNS) financie el tratamiento farmacológico y se realice un plan integral para el abordaje y la detección precoz. Esther González aceptó la inclusión de una enmienda de CC en la oposición para que el Ejecutivo canario evalúe la puesta en marcha de campañas divulgativas sobre los hábitos de vida saludables y la mejora de los valores nutricionales en los comedores escolares. También para analizar la capacidad para regular la reducción, con prioridad en la publicidad destinada a la población infantil, de la influencia de los productos dañinos que favorecen esta patología.
Durante la presentación de la iniciativa, Esther González afirmó que la obesidad es una de las tres afecciones con más incidencia en las islas, junto con la diabetes y la enfermedad renal crónica. Razón por la que, según la parlamentaria de NC, «entendemos que Canarias debe ser un territorio de referencia, en su reconocimiento» como un reto sanitario de primer orden.
Según el Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), el 53,6% de la población tiene obesidad o sobrepeso. El Archipiélago, especificó la portavoz de NC, con un 23,1% de la población obesa y un 35,1% con sobrepeso, es la séptima comunidad del Estado con mayor porcentaje de población obesa y la decimoprimera con mayor incidencia de sobrepeso.
En el caso de la población infantil en Canarias, su prevalencia es del 44,2% en el binomio sobrepeso-obesidad, «a todas luces, uno de los peores» índices entre la población de 3 a 24 años de todas las comunidades del Estado, observó González.
Más de 26.000 niñas y niños, agregó, están diagnosticados de obesidad en el Archipiélago. Esta prevalencia se incrementa exponencialmente a partir de los siete años, lo que eleva el riesgo de padecer diabetes tipo II, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y óseas a edades muy tempranas además de hasta ocho tipos de cáncer.
Incidió en que son múltiples las razones que provocan el desarrollo de la obesidad, más allá del estilo de vida o los hábitos de consumo. Se refirió a razones fisiológicas, psicológicas y genéticas.
Por todos estos motivos, Nueva Canarias entiende que el Ministerio de Sanidad, en coordinación con las comunidades y los profesionales en la materia, tiene que reconocer, en sintonía con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es uno de los mayores problemas de salud de la sociedad actual y, por tanto, que sea catalogada como una enfermedad, incluida en la cartera de Servicios Comunes del SNS.
La portavoz nacionalista dijo que, de esta manera, se sistematizará la recogida de datos, se aprobará una estrategia de respuesta a nivel estatal y la financiación pública de los tratamientos farmacológicos que cuestan unos 280 euros al mes. Además de la reducción de las listas de espera para la cirugía bariátrica, superior a dos años, la creación de unidades multidisciplinares y la atención de las enfermedades asociadas.
Esther González cuestionó que, ni en Canarias ni en el Estado, se le haya dado a esta patología la relevancia que tiene, principalmente, en la población infantil. Aludió a la alerta lanzada por los expertos al catalogar como un «tsunami de gasto sanitario, difícil de sobrellavar».
Con carácter general, la parlamentaria de NC hizo hincapié en que es una enfermedad crónica grave, que requiere de forma urgente una labor de concienciación sobre la importancia de realizar un correcto abordaje de la misma. En relación con las implicaciones sobre la salud mental, subrayó que es necesario «reconocer la obesidad como una enfermedad crónica con severas complicaciones, y no exclusivamente como un estilo de vida, puede ayudar a reducir el estigma y la discriminación que sufren muchas personas», según Esther González.