Las Palmas de Gran Canaria.- El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, censuró hoy las declaraciones del ministro de Interior, Fernando Grande Marlasca, porque no solo no es cierto que los migrantes pasen solo 72 horas en el Muelle de Arguineguín, sino todo lo contrario, ya que pasan más de una semana y además hacinados con flagrante vulneración de los derechos internacionales, de hecho en estos momentos alberga a más 2.100 personas y no han dejado de llegar en las últimas horas.
“Me han oído expresarme de manera crítica con la forma en la que el Gobierno de España está afrontando esta crisis migratoria y denunciar también el trato inhumano que vulnera el derecho internacional de estas personas, no puedo estar de acuerdo con las manifestaciones del ministro, me parecen censurables, y sí estoy totalmente de acuerdo con lo manifestado por las organizaciones sociales que han tachado de inciertas sus manifestaciones”, expresó Morales.
El presidente del Gobierno de la isla de Gran Canaria rechazó también que “se esconda la realidad de esta manera” y opinó que el Plan de Choque presentado en los últimos días por la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, tampoco es suficiente, “no da las respuestas necesarias a esta crisis”.
Morales recordó que las soluciones pasan por emprender políticas diplomáticas y de cooperación con los países de origen -en las que tampoco Europa se ha implicado, apostilló-, así como por habilitar espacios adecuados para la primera acogida -algo que el Estado no ha hecho en 26 años y tampoco en los últimos seis meses-, limitar a 72 horas esa primera acogida, y derivarlo para su posterior acogida a la Península, donde el 60 por ciento de las plazas estatales para este fin están vacías.
La patronal turística, prosiguió, también han mostrado su preocupación dado que esta situación, que debía ser transitoria, “se está eternizando”.
Consideró que la visita de Marlaska tuvo de positivo que escuchara a las instituciones canarias en general y al Cabildo en particular, que no ha dejado de repetir que Gran Canaria no puede convertirse en Lesbos, algo que ha prometido el ministro pero que sin embargo sigue la estela de este lugar y de Lampedusa.
“No podemos seguir a ultranza la política de convertirnos en frontera sur y espacios cárcel para estas personas”, sentenció el presidente, quien ha denunciado situaciones como la de las ratas recorriendo el muelle de noche entre los migrantes dormidos en el suelo.
