Canarios y canarias, buenas noches.
Hemos vivido años difíciles. Hemos atravesado las peores crisis económicas y sociales que ha padecido nuestra sociedad y nos han dejado profundas heridas que aún no han terminado de cerrarse.
Las familias canarias hemos pasado tiempos muy duros, donde no hemos tenido más remedio que hacer ajustes.
Los precios suben. Los sueldos no llegan. Y además tenemos la sensación de que todo va mal. De que hay guerras…De que todo está revuelto… Da la sensación de que estamos viviendo tiempos de conflicto y de enfrentamiento precisamente cuando más falta hace la serenidad y la unidad.
Y Canarias, en medio de todo eso y a pesar de todos nuestros problemas, es un Archipiélago de paz y de tranquilidad. No hemos perdido nuestra forma de ser ni la armonía y la tranquilidad que nos hace ser una tierra diferente. Y nuestras instituciones, en las que se discrepa y se discute, pero siempre con respeto, sigue primando el interés general.
Hoy me dirijo a Ustedes desde este muelle de La Restinga, en la Isla de El Hierro que apunta hacia el gran océano Atlántico. Hasta aquí han llegado este año miles de personas desesperadas. Han arribado más migrantes que toda la población residente de esta isla que se ha volcado en atenderles. Toda Canarias se ha convertido en la frontera Sur de Europa para decenas de miles de personas que huyen del hambre, de la guerra y de la miseria. Y durante muchos meses, en absoluta soledad y sin la ayuda de nadie, el pueblo canario los ha recibido humanitariamente. Los hemos tratado con dignidad y respeto.
Y eso, es algo que me hace sentir orgulloso de ser canario.
A veces se nos olvida el sistema de salud del que disfrutamos. Nuestros modernos sistemas de comunicación. La educación que reciben nuestros hijos. La paz y la seguridad de nuestra sociedad.
Se nos pasa por alto todo eso que vienen buscando aquellos que no tienen la suerte de poder disfrutar lo mismo que nosotros y nuestros hijos.
Pero, y ustedes lo saben, no hay nada gratis en esta vida. Todo lo que tenemos hoy lo hemos conseguido con el esfuerzo de nuestros trabajadores y empresas.
Con el sacrificio y la solidaridad de todas y todos.
Ocupándonos de las personas que no pueden trabajar o que atraviesan momentos difíciles, destinando ayudas y recursos para que esas familias puedan salir adelante. Porque no podemos obviar la realidad de que no nos hemos recuperado aún del duro
golpe social y económico que supuso la pandemia y tenemos que darle la vuelta a esa situación para volver a la senda de crecimiento y de mejora social en la que estábamos.
Hemos logrado crear una sociedad de bienestar en los últimos 40 años y debemos estar orgullosos de ese trabajo que hicieron las generaciones anteriores.
Pero nosotros también tenemos obligaciones. Tenemos el deber de no conformarnos. De arreglar lo que no funciona. De luchar para conseguir un futuro mejor, porque el futuro se construye.
Depende sólo de lo que hagamos hoy.
Nos enfrentamos a tiempos difíciles. Y la experiencia nos ha enseñado que es muy fácil olvidarse de Canarias y de los que vivimos en esta tierra.
Pero nosotros no lo vamos a permitir.
El Gobierno de Canarias va a defender con uñas y dientes el interés de todos los que vivimos en esta maravillosa tierra. Nadie nos va a callar, porque no dependemos de nadie.
Hemos venido para cambiar las cosas. Porque no nos conformamos con aguantar el paro que tenemos, la pobreza que padecemos y el maltrato que a veces sufrimos.
Tenemos mucho trabajo que hacer.
Estoy firmemente convencido de que este pueblo seguirá avanzando con paso firme en una senda de progreso. Hay una nueva generación de jóvenes con un talento y una formación como jamás hemos tenido en nuestro Archipiélago. Llegarán nuevas oportunidades y nuevos retos que tendremos que afrontar y superar. Y estoy seguro de que desde la unidad podremos hacerlo. Ya lo hemos hecho en el pasado y hemos demostrado que sabemos hacerlo.
Tengo la esperanza de que en los próximos años la gran familia de Canarias sea capaz de unirse como una piña para luchar por su futuro. Porque la unión hace la fuerza. Y vamos a necesitar toda la que tengamos para afrontar estos años decisivos que están por venir.
Este año que va a empezar nos traerá nuevas vivencias. Y no todas serán buenas. Pero triunfar consiste en no rendirse nunca.
Tengamos fe en este pueblo que tiene identidad propia, que tiene pasado y que tiene futuro.
Tengamos confianza en nuestra manera de ser, nuestra fuerza y nuestra determinación.
Y estoy seguro, absolutamente seguro, que la Canarias que vamos a construir entre todos será mejor, más justa y próspera que la que dejamos atrás.
En mi nombre y en el de todos los que formamos el Gobierno de Canarias reciban un fuerte abrazo y nuestros mejores deseos para este 2024 que comienza.
¡Feliz año nuevo!
