Las Palmas de Gran Canaria.- ADICAE califica de manipulado e interesado (ver datos en anexos al final de esta nota) el actual debate de la banca sobre medidas para afrontar los riesgos y peligros de las subidas de tipos de interés en un contexto de inflación y dificultades crecientes para los consumidores. Como ha destacado el Presidente de ADICAE, Manuel Pardos, “conceptos como ‘congelación de las hipotecas’, o ‘moratorias sectoriales’ esconden medidas cuyos principales beneficiarios son las propias entidades bancarias, al incrementar finalmente el coste de intereses a pagar por los hipotecados”.
En la práctica la banca sólo aspira a evitar la adopción de medidas regulatorias que den respuesta eficaz a los problemas que, según el Banco de España, afrontarán al menos 350.000 familias, cifra que podría elevarse sensiblemente en función de la evolución de la inflación, los precios de la energía y los tipos de interés.
De esta forma la banca está planteando fórmulas voluntarias, sin sujeción a control alguno y completamente discrecionales, y que les permiten mantener o incluso incrementar el pago total de intereses (al retrasar el pago del capital mientras se siguen pagando intereses) y reducir su necesidad de provisiones por morosidad, sin garantía alguna de que todos los consumidores que necesitan medidas extraordinarias se ven beneficiados por ellas.
“Los consumidores no podemos aceptar que se repita la abusiva actuación de la banca con las moratorias adoptadas en la pandemia, en las que todo el sector eludió la aplicación de las medidas legales para aplicar libremente y sin control las que cada entidad elegía”, ha señalado Manuel Pardos, quien ha añadido que “ante una situación como la actual sólo medidas normativas pueden ser consideradas, medidas que la ministra Calviño no debe dudar en abordar y para las cuales ADICAE tiene propuestas”.
Entre estas propuestas se encuentra establecer una verdadera moratoria, tanto sobre las hipotecas como sobre las ejecuciones hipotecarias, en aquellos casos en que se requiera para evitar la pérdida de la vivienda; y revisar y ampliar las condiciones fijadas en el Código de Buenas Prácticas para acceder a las medidas en él contempladas, fijando dicho Código como obligatorio y supervisando su aplicación, entre otras.
Las reclamaciones contra los bancos por las hipotecas aumentaron un 94,1% en el 2021, según la Memoria de Reclamaciones del Banco de España; desde 2015 hasta 2021 tan sólo 41.560 hipotecados han podido “reestructurar” su deuda a través del Código de Buenas Prácticas (ver cuadro), además en condiciones poco claras, pese a que fueron casi 100.000 las solicitudes presentadas en ese período, y sólo en 13 casos se procedió a una “quita”. Por su parte en las moratorias aprobadas en la pandemia la banca derivó al 80% de los solicitantes a la moratoria “sectorial”, eludiendo cualquier control sobre los requisitos y las medidas aplicadas; y en 2021, con el Euribor en negativo, la banca pasó de tipo variable a tipo fijo (ver cuadro) un total de 7.599 hipotecas según el INE, (ver «gap» fijo-variable) mientras que ahora que el Euribor ha cambiado su tendencia las ofertas a tipo fijo están desapareciendo (ver anexo 1 y anexo 2). Datos que, como indicaba hoy el Presidente de ADICAE, “ponen de manifiesto que dejar las medidas de respuesta a los riesgos hipotecarios en manos de la banca no es una opción.”