Madrid.- Agroseguro estima que las indemnizaciones por los daños producidos por la ola de calor y viento registrada en las islas Canarias entre los días 16 y 18 de agosto se situará por encima de los 10 millones de euros.
Este episodio, que a mediados de agosto dejó temperaturas por encima de 45º C en zonas del interior peninsular y que, a posteriori, se desplazó a las islas Canarias, fue provocado por la conjunción de tres fenómenos simultáneos y muy perjudiciales para los cultivos: temperaturas anormalmente elevadas (en el archipiélago, superiores a los 36º C), vientos cálidos del sureste y suroeste y humedades relativas muy bajas. Durante casi tres días, estas condiciones meteorológicas han impactado de forma muy intensa en los cultivos, provocando la destrucción intensa de hojas, el quemado de frutos y el colapso de plantas. Se trata del siniestro por golpe de calor más grave de la historia de las islas Canarias.
La vertiente oeste de la isla de La Palma ha sido la zona más afectada, con 7.400 parcelas y 1.650 hectáreas de cultivo de plátano afectadas –lo que representa más del 85% de la producción platanera de la zona–, a las que se suman otras 170 hectáreas aseguradas de uva de vino, aguacate, planta viva y hortalizas.
Por su parte, los daños en la isla de Tenerife alcanzan las 370 hectáreas de cultivos asegurados, en su mayoría plátano y uva de vino. También se han recibido partes de siniestro, aunque de manera puntual, de productores asegurados de las islas de El Hierro, La Gomera y Gran Canaria.
Debido a la extensión de la superficie siniestrada y la gravedad de los daños, y con el objetivo de agilizar su valoración, se han destinado a esta labor 13 peritos desplazados desde diferentes zonas de las islas Canarias, reforzados con otros 14 trasladados desde la península, que dedicarán a ello buena parte del mes de septiembre.
Agroseguro
El sistema español de Seguros Agrarios Combinados ofrece cobertura al sector agrario frente a los daños causados en las producciones agrícolas y ganaderas por siniestros de diversa naturaleza. Las condiciones climáticas extremas y cambiantes y los perjudiciales efectos que tienen en las cosechas ponen de manifiesto la conveniencia de proteger las explotaciones con un seguro agrario que permita hacer frente a estas situaciones.