Las Palmas de Gran Canaria.- La portavoz del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Pepa Luzardo, ha recorrido este viernes las piscinas de La Laja donde ha constatado que la falta de mantenimiento ha propiciado que éstas se llenen de piedras y arena, imposibilitando el baño en algunos casos.
Las piscinas, que fueron inauguradas durante el último mandato del Partido Popular (2011-2015) son utilizadas a diario por cientos de personas, incluso en invierno. «Hoy muchos de estos usuarios nos han reconocido que hay vecinos que han dejado de venir debido al estado que presentan», enfatiza la edil popular.
En total son tres vasos, uno más cercano a la playa de La Laja, otro central, junto al acceso situado bajo la GC-1 y un tercer recinto en el extremo norte y que además es la piscina pensada para los niños. «En este último caso la piscina ahora mismo no existe, debido a que hay tal cantidad de arena que sobrepasa el perfil de la misma».
Luzardo recuerda que las dos piscinas principales debería tener una profundidad de 1,40 metros y sin embargo, ahora mismo, apenas alcanza los 50 centímetros de fondo. Esto imposibilita el acceso además de ser un riesgo para quienes usan estas instalaciones públicas para nadar. «El último dragado del tenemos constancia fue hace tres años», añade la portavoz del Partido Popular.
Esta situación se une al «pésimo mantenimiento general» del litoral capitalino, como el propio PP denunció en la jornada de ayer, cuando reveló que el Juguete del Viento de César Manrique de La Puntilla lleva casi cinco años metido en cajas en los almacenes municipales. «También es lamentable el estado de los balnearios de Las Canteras, del entorno del Auditorio Alfredo Kraus o del Paseo de El Rincón al Atlante», agrega la edil.
Por último, Luzardo ha anunciado que presentará una iniciativa a la próxima comisión de Desarrollo Sostenible donde además de exigir el dragado de la playa solicitará otras mejoras, «como una mejora de la iluminación, la instalación de varias barandillas que reclaman los usuarios de las piscinas y un mejor servicio de vigilancia», concluye.