La Justicia –inmutable- sigue su curso, y aunque más tarde que temprano, pone a cada cual en su sitio. Así, aquellas, sus verdades o mentiras, quedan vistas y sentenciadas.
Oido en algún lugar…
Podemos: “¿Viste lo que publicaron los medios de comunicación? Han condenado a un cargo público que está en el Cabildo por prevaricación. Exigimos su dimisión inmediata y una explicación. Ese gobierno está manchado por la corrupción”.
Ciudadanos: “Sí, claro. Nuestras líneas rojas nos impiden pactar con condenados e investigados por corrupción. Es intolerable”.
Podemos: “Además, hay otras dos personas investigadas del Cabildo por corrupción urbanística en el sur de la Isla. Llevan 30 años haciendo lo que quieren”.
Ciudadanos: “Sí, es verdad. Para eso llegamos a la política. Para regenerar y eliminar las prácticas corruptas”.
Podemos: “Habrá que tomar medidas”.
Ciudadanos: “Pues sí. Y de forma inmediata”.
Podemos: “Oye, que el condenado por prevaricación no es de Coalición Canaria. Y las dos personas que están investigadas por corrupción tampoco. Los tres son del PSOE. Sí, con los que estamos gobernando en el Cabildo. Borra esto. Que nadie se entere”.
Ciudadanos: “Sí, sí, borra todo, que si se enteran en Madrid nos cae una buena”.
Esta conversación es, por supuesto, ficticia. ¿O no?