San Sebastián de La Gomera.- Los consejeros insulares, Aarón Rodríguez Ramos y Guzmán Correa Marichal, vinculados a la formación política Iniciativa por La Gomera (IxLG) expresan su enérgica condena a la práctica generalizada de someter a las asociaciones y los diferentes colectivos, alterando y distorsionando el normal funcionamiento entre aquellas y la administración pública.
En este sentido, los citados consejeros insulares señalan que el último episodio de esta práctica irregular ha sido convocar a las asociaciones y colectivos de la isla que reciben subvenciones nominativas según los presupuestos y el plan estratégico de subvenciones para la firma previa de un supuesto «protocolo de intenciones», indicando según la propia convocatoria que «siendo la firma de este documento necesaria para la transferencia de la subvención asignada a su Asociación/Organismo para esta anualidad».
Los consejeros indican que esa aseveración no solo es falsa sino que no tiene base jurídica alguna. Los protocolos tienen, según la ley 40/2015, una mera intención declarativa que no compromete jurídicamente a los firmantes, por lo que no firmar ese documento no puede implicar no tener derecho a la subvención. Además indican que ese supuesto protocolo no ha sido sometido al acuerdo del Pleno del Cabildo Insular ni se ha publicado en ningún boletín oficial, ni cuenta como requisito para recibir o no la subvención en un expediente administrativo de estas características según la normativa vigente.
«Como es habitual en las prácticas de este equipo de gobierno se disfraza un acto electoralista como un acto institucional, tergiversando y subordinando según la convocatoria del acto la recepción de subvenciones públicas a la firma de este documento, lo que no es cierto», explica el consejero Aarón Rodríguez Ramos, que lamenta que el grupo de gobierno de ASG tenga que llegar a estos extremos para garantizarse una foto y el aforo de sus actos.
Iniciativa por La Gomera expresa, a través de los dos consejeros vinculados a su formación, su firme e irrenunciable compromiso por una regeneración política que termine definitivamente con esta forma anacrónica de hacer política.