La CEOE Tenerife advierte sobre el aumento del IPC en enero de 2025, que alcanza el 3%, su nivel más alto desde junio de 2024
Tenerife.- El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado hoy el indicador adelantado del Índice de Precios al Consumo (IPC) de enero de 2025, que refleja un incremento interanual del 3,0% a nivel nacional. De confirmarse este dato, supondría un aumento de dos décimas respecto al registrado en diciembre de 2024, según ha destacado la CEOE Tenerife en su análisis económico de los datos ofrecidos.
La inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, se ha situado en el 2,4%, lo que representa una reducción de dos décimas respecto al mes anterior. Este descenso sugiere una moderación en la presión inflacionaria y una posible desaceleración de la economía, según CEOE Tenerife.
El repunte del IPC general se debe principalmente al encarecimiento de los carburantes, en contraste con la bajada experimentada en enero de 2024. También han influido los precios de la electricidad, aunque en menor medida, ya que han experimentado un incremento superior al del mismo mes del año anterior. En el lado contrario, destaca la reducción de precios en el sector del ocio y la cultura, que ha contribuido a contener el alza del índice general.
Desde septiembre de 2024, cuando el IPC alcanzó un mínimo del 1,5%, se ha registrado una tendencia alcista durante cuatro meses consecutivos, situándose ahora en su nivel más alto desde junio de 2024, cuando llegó al 3,4%.
Para 2025, la evolución de los precios estará condicionada por la retirada progresiva de ayudas públicas y la incertidumbre en los mercados energéticos. La eliminación de subvenciones a la electricidad y el gas, así como el fin de las reducciones de precio en alimentos básicos, podría generar nuevas presiones inflacionarias en los primeros meses del año, afectando tanto a hogares como a empresas, según la patronal tinerfeña.
Ante este escenario, la CEOE Tenerife recomienda a empresas y consumidores planificar con antelación sus estrategias financieras para hacer frente a posibles fluctuaciones en los precios de bienes esenciales y servicios energéticos.
