El Cabildo de Gran Canaria realiza la primera intervención arqueológica en la Sima de Jinámar, hallando restos humanos y pruebas de represión franquista, en un esfuerzo por honrar la memoria y dignificar a las víctimas
Las Palmas de Gran Canaria.- El Cabildo de Gran Canaria ha dado un paso histórico al llevar a cabo la primera intervención arqueológica en la Sima de Jinámar, un lugar emblemático de represión durante la dictadura franquista. Esta investigación ha permitido recuperar restos de huesos de tres o cuatro varones adultos con impactos de bala en el cráneo, junto a casquillos y pertenencias personales como un peine y una moneda. Estos hallazgos son una prueba contundente del uso de la piedra volcánica como espacio de ejecución y ocultación de cadáveres de personas represaliadas durante el régimen.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, destacó que esta acción busca dar voz a las víctimas de la represión y ofrecer justicia, reparación y garantías de no repetición. Los trabajos en la Sima de Jinámar, que culminarán en noviembre, permitirán a la institución insular colaborar con asociaciones de familiares para intentar identificar a las víctimas y sumar estos elementos como pruebas en posibles procesos judiciales.
“Estas intervenciones son necesarias para recordar que fueron tiempos de violación de los derechos humanos y para construir una sociedad fundada en la paz y los valores democráticos”, señaló Morales, quien presentó los resultados preliminares junto al consejero de Presidencia del Cabildo, Teodoro Sosa, y los arqueólogos encargados, Javier Velasco y José Guillén.
La investigación arqueológica ha alcanzado una profundidad de 70 metros en la Sima de Jinámar, donde los arqueólogos encontraron restos dispersos por los efectos del agua y otros agentes. Las balas y los casquillos, presumiblemente de un fusil Mauser, utilizados por fuerzas militares, confirman un patrón de violencia estatal similar a otros sitios de represión en la isla, como el Pozo de Tenoya y el Llano de Las Brujas.
Morales recordó la importancia de este proyecto dentro del compromiso del Cabildo con la memoria histórica. Otros lugares como el Pozo del Barranco de Arucas han sido dignificados con paneles y esculturas conmemorativas, transformándolos en espacios de divulgación y homenaje a las víctimas.
La intervención en la Sima de Jinámar forma parte de un esfuerzo sostenido del Cabildo para arrojar luz sobre la represión franquista en la isla. Con proyectos de exhumación previos, como en el Pozo de Tenoya donde se identifican 14 víctimas, y el trabajo documental en el Cementerio de Vegueta, la institución grancanaria continúa construyendo un relato histórico inclusivo y veraz.
El Cabildo coeditó junto al Ayuntamiento de Arucas un libro sobre los represaliados del franquismo en el municipio, el primer trabajo monográfico de exhumación en Canarias. Como recordó Morales: “Este es un esfuerzo por recordar, por honrar a quienes no se deben olvidar, y por asegurar que, en palabras de Eduardo Galeano, ‘no se vayan’”.