Santa Cruz de Tenerife.- El presidente de FEPECO Oscar Izquierdo sugiere que la reforma y la rehabilitación edificatoria tienen que servir de impulso para la reactivación económica y mejorar las condiciones vivenciales. El estado de conservación de nuestro parque de edificios exige un relanzamiento de la rehabilitación con el objetivo de mejorar su eficiencia energética, sus condiciones de accesibilidad y su estado de conservación. Sin olvidarnos que este tipo de actuaciones mejoran la seguridad e incrementan el valor patrimonial del inmueble, con viviendas más confortables y revalorización de los activos inmobiliarios y sobre todo, la calidad de vida de los ciudadanos.
También es imprescindible, porque la incorporación de la digitalización a nuestra vida ordinaria exige que se facilite el acceso de las infraestructuras de comunicaciones, para hacer posible edificios digitalizados. Además, tenemos en el mercado un porcentaje de edificios que necesitan urgentemente acometer obras de conservación por su estado ruinoso o deficiente, principalmente por falta de mantenimiento a lo largo del tiempo de uso, aprovechando la renovación para eliminar sustancias peligrosas en los edificios. Todas estas acciones significarían una regeneración y renovación urbana, que posibilitaría modernizar nuestras ciudades y pueblos.
Precisamente por la situación económica que padecemos, como consecuencia de la crisis sanitaria, ahora es el momento también de proceder a un mantenimiento integral de las zonas públicas y de los equipamientos comunitarios e infraestructuras para incrementar el bienestar social. La colaboración público-privada tiene que ser efectiva, por eso, se hace necesarios planes de renovación del parque edificatorio público, como también, potenciar y facilitar la rehabilitación privada. Tienen que ir juntas, para que sirvan como acicate de la reactivación económica y del mejoramiento de la calidad de vida.
Oscar Izquierdo recuerda que la Unión Europea, con el fin de superar la crisis económica derivada del COVID-19, ha llevado a cabo una fusión de los planes previos a la pandemia —Pacto Verde o Green Deal y Agenda Digital— cuya consecuencia es un Plan de Recuperación, cuyo principal objetivo es concretar la inversión en sectores y actividades de proyección futura en cuanto al logro de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030. Y señala como actividades favorecidas, la construcción, la digitalización de servicios y una “ola de renovación inmobiliaria”, en consideración a que los edificios son los mayores consumidores de energía de la Unión Europea.