Escribir cada día o cada semana no es tarea fácil, pero cuando naces con el poder de la escritura te familiarizas con cada una de las líneas que escribes. Con el tiempo, y una vez que has adquirido la técnica de escribir, puede decirse que ya estás preparado para escribir un libro. Sin embargo, escribir al margen de tener un estilo literario personalizado, siempre seremos aprendices de la escritura, pues no solo vale tener voluntad. También, tener una técnica de apoyo que sirva para identificarte con la escritura. Yo, por ejemplo, sigo siendo un aprendiz de la literatura, pero también de la vida. Lo importante es intentarlo, especialmente cuando nos encontramos motivados y la imaginación comienza a fluir por nuestros cerebros.
De la misma manera, la escritura sirve para muchas cosas. Por ejemplo: para evadirnos de lo cotidiano, para refugiarnos ante un desenlace frustrado, para huir de la soledad, para escribir una novela o un cuento, para comunicarnos por cartas etc. De la misma manera, el sistema especial de comunicación para personas con discapacidad auditiva o sordas se realiza a través de un lenguaje de señas o lengua de signos. Aquí también entra la importancia de la escritura.
Por otro lado, la escritura también sirve para escribir la historia de la humanidad. Consultando con los archivos de Historia, se supone que los primeros inventores de la escritura fueron los sumerios, quienes habitaban el Sur de la Mesopotamia. El primer código de escritura apareció allí en el año 3100 antes de Jesús, y poco después la escritura vuelve a ser inventada a casi 1600 kilometres de distancia, en Egipto.
Así mismo, los monjes eran hasta el siglo XV las únicas fuentes escritas de peso en la sociedad. El feudalismo otorgaba el papel de reproducción y difusión de conocimientos a la iglesia católica, por lo que también aceptaba que esta hiciese un papel censor y marcara la ‘agenda setting’, los temas de los que se podía hablar y los que quedaban relegados al olvido.
Lo cierto es, que la escritura ha sido muy importante en la vida de la humanidad. Yo, sin la escritura, estaría huérfano de comunicación con el resto de la sociedad donde vivo. Vivimos en unos momentos donde la escritura parece haber desaparecido, motivado por el avance de la tecnología. Sin duda, cada vez escribimos menos, teniendo como prioridad los teléfonos móviles, los cuales no solo abortan la escritura. También, la manera de comunicarnos presencialmente. Es por ello, la importancia que tiene para mí la escritura en este comienzo de siglo XXI.
Rafael Lutzardo, periodista y escritor.