San Cristóbal de La Laguna.- El grupo de Coalición Canaria-PNC en La Laguna, ante la confirmación, al menos, de un caso de COVID-19 entre los migrantes que están en el macro campamento de Las Raíces, exige conocer cuántos otros positivos de COVID-19 hay en ese recinto y si hay asintomáticos en el de Las Canteras, a la vez que solicitará que el Servicio Canario de la Salud (SCS) asuma el control sanitario del recinto de Las Raíces.
CC-PNC recuerda que, ante la falta de controles y medidas COVID-19 en las instalaciones de Las Raíces, solicitó desde principios de febrero, a las autoridades y lo reiteramos en reuniones con las administraciones implicadas, un cribado para que de forma semanal se pudiera saber cuántas personas asintomáticas podían estar infectadas. Asombrosamente, el único plan que se tenía era aislar en un pabellón a las personas con síntomas de COVID-19. Preguntamos a la responsable de la ONG que se encarga de Las Raíces, ACCEM, sobre qué pasaba con los asintomáticos y no pudo darnos una respuesta, y “lo que ha pasado ahora es el descontrol”.
En Las Raíces hay más de 1.400 personas y “se corre ahora el riesgo de que en 24-48 horas Tenerife puede verse en un nivel 3 de restricciones, ya que a los migrantes no se les prohíbe salir del campamento y nos vamos a encontrar a un grupo de personas por La Laguna, que pudiendo ser asintomáticas, son potenciales transmisores del virus”.
Ahora, esta persona ha quedado hospitalizada en el HUC pero se desconoce cuánto tiempo ha pasado desde que se infectó y si dicho contagio puede haber repercutido en el resto del grupo asentado en el campamento de Las Raíces, un recinto, al que por cierto aún no se ha permitido entrar a Coalición Canaria.
Por ello, en este momento, la única opción es exigir que el SCS asuma el control sanitario del centro temporal de acogida de Las Raíces, implantando cribado de los acogidos, aislamiento de los contagiados, cuarentena de los que han tenido contacto con ellos, seguimiento de los alimentos que reciben, hasta superar la crisis de contagiados. Asimismo, los no contagiados deben ser derivados urgentemente a la Península y resto de Europa, para disminuir la presión del macrocentro en La Laguna.
Se advirtió de que esto podía suceder y se hizo caso omiso, por ello el grupo nacionalista responsabiliza al alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, que dijo “soy el alcalde de los vecinos de este municipio, también de los inmigrantes”, por su dejación en este problema.
Al igual que al concejal de Asuntos Sociales, Rubens Ascanio, que reiteró lo mismo que el alcalde; al delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, y a la ONG “de su total inacción sobre un problema que ha estado latente y ha sido advertido; una ONG que está haciendo que los migrantes pasen hambre y que cuando se quejan la respuesta es “darles palos”.