Santa Cruz de Tenerife.- El Gobierno aprobó el 14 de marzo de 2020 declarar el Estado de Alarma en todo el territorio español para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por el COVID-19. El primer estado de alarma por la COVID-19 concluyó el 21 de junio de 2020. Desde entonces, millares de personas han fallecido en nuestro territorio nacional, millones a nivel mundial. Entre tanto, llegaron a nuestro país las suspensiones de contrato en forma de ERTES, el teletrabajo, las modificaciones laborales de los empleados, cierre durante meses de sectores esenciales para la población… Un barullo del que no escapa la administración, especialmente muchos empleados que durante los momentos más complicados, estuvieron presentes para satisfacer las necesidades de una población que se veía aturdida ante una pandemia que devoraba vidas, nuestra economía y agigantaba las diferencias sociales a nivel nacional y mundial.
Entre todo este caos, desde CSIF-Canarias, sindicato más representativo, se propuso a la mayor parte de ayuntamientos en los que se tiene representación directa con delegados electos, que se premiara a todos aquellos empleados que estaban sacrificando incluso sus vidas para el mantenimiento del bienestar de la población: policías locales, bomberos, sanitarios, ambulancieros… Ha tenido que transcurrir prácticamente un año para que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife se haya dado cuenta de que sus empleados hicieran un sobreesfuerzo en los momentos críticos antes relatados. Así, según ha anunciado el propio ayuntamiento, harán como suya la propuesta efectuada por el delegado electo en ese ayuntamiento, Jesús Illada Pérez, propuesta de fecha de 25 de mayo de 2020, y abonarán de forma extraordinaria una productividad extraordinaria al colectivo de trabajadores municipales que se vieron sometidos a una actividad extraordinaria, con motivo del estado de alarma de la pandemia que actualmente sigue azotando el panorama mundial.