El sindicato CSIF advierte que más de 30 empleados cualificados han abandonado voluntariamente el Cabildo de Tenerife en los últimos años, agravando la crisis de personal en ITER y poniendo en riesgo proyectos clave para el desarrollo sostenible de Canarias
Santa Cruz de Tenerife.- El sindicato CSIF ha manifestado su preocupación por la significativa fuga de talento en la entidad pública del Cabildo de Tenerife, ITER. Según el sindicato, más de 30 empleados cualificados, con plaza fija y años de experiencia, han abandonado la entidad en los últimos años. Tan solo en lo que va del presente 2024 han dejado la entidad una decena de empleados y empleadas. Esta situación resulta incomprensible y alarmante, agravada por las restricciones en la contratación y las bajas retribuciones, lo que ha dificultado la sustitución de personal cualificado, llegando al punto de que las ofertas de trabajo quedan vacantes sin siquiera presentarse candidatos. Solo en lo que va de 2024, una decena de empleados han dejado la entidad.
ITER ha liderado proyectos estratégicos que no solo promueven el desarrollo sostenible, sino que también generan oportunidades económicas significativas y aportan un alto valor social a la comunidad canaria. Ejemplos de ello son su contribución en la producción de energía limpia, el incansable trabajo en el área de Genómica durante la etapa COVID, y la labor de Medio Ambiente e Involcan durante la erupción del volcán de La Palma. Estas actividades han sido posibles gracias a la plena dedicación de su personal, contribuyendo a la creación de talento local, la ejecución de proyectos innovadores y la generación de ingresos que permanecen en la isla, fundamentales para una economía diversificada y resiliente.
Sin embargo, a pesar de su invaluable contribución al desarrollo económico de Canarias, ITER enfrenta desafíos internos que amenazan su capacidad para seguir siendo un motor de progreso en la región. La desactualización del convenio colectivo, la falta de una Relación de Puestos de Trabajo (RPT), la ausencia de proyección laboral y de carrera, y las condiciones económicas por debajo del mercado han provocado una fuga de talentos y la pérdida de valiosa experiencia.
Cristo Llurda, abogado y asesor de CSIF de los delegados en ITER, destaca el exceso de carga de trabajo soportado por el personal que permanece, situaciones de fraude laboral sin solución a la vista, y la frustración por la falta de expectativas y desarrollo profesional, lo que ha llevado a un alto porcentaje de bajas e incapacidades temporales, especialmente en áreas estructurales con mayor presión y estrés. Esto ha limitado la capacidad de presentar nuevas ideas y proyectos, poniendo en grave peligro el desarrollo de la entidad, a pesar de contar con oportunidades como los fondos Next Generation.
Llurda subraya la necesidad urgente de que las autoridades, desde la gerencia de ITER hasta los máximos responsables del Cabildo y el Gobierno de Canarias, comprendan la importancia de reducir la dependencia del turismo y diversificar la economía, preservando y fortaleciendo instituciones como ITER. Esta empresa tiene el potencial de desarrollar conocimiento, generar valor añadido de manera sostenible y contribuir a un futuro más próspero y equitativo para Canarias.
CSIF y los representantes de los trabajadores de ITER hacen un llamado desesperado a las autoridades para que reconozcan la importancia estratégica de la empresa y tomen medidas inmediatas para abordar los problemas laborales, asegurando así el desarrollo económico sostenible de Canarias y un futuro prometedor para las generaciones venideras.