Santa Cruz de Tenerife.- El Cabildo de Tenerife junto con Cruz Roja ultima el montaje del hospital de campaña en el Recinto Ferial de Tenerife, que albergará 180 camas para pacientes con Covid-19, tal y como explica el presidente de la corporación insular, Pedro Martín, quien destaca que las instalaciones han sido levantadas en 48 horas.
Los trabajos han estado coordinados con el Servicio Canario de Salud (SCS) de la Consejería de Sanidad y Cruz Roja, entidad que se ha encargado de levantar los módulos y llevar a cabo la distribución hecha por Sanidad, y el consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez Medida, es quien ha sido el coordinador de las labores entre las tres partes.
Explica el consejero que “las camas las suministra el SCS, y terminarán de llegar a lo largo del día de hoy o mañana; lo primero que se ha hecho es la estructura que ya está marcada en el suelo para, sobre ese diseño hecho por Sanidad, finalizar el resto”.
“En estos momentos ya hay varias carpas levantadas como las de pacientes, de reanimación, de entrada y salida del personal, así como la carpa de residuos, que incluye orgánicos y elementos sanitarios”.
Además, el hospital tendrá tres módulos o islas de 60 camas cada isla, y cada una estará formada por ocho grupos de ocho camas a modo de habitaciones, hasta un total de 180.
Domingo Luis Martín García, director autonómico del centro logístico de emergencia de Cruz Roja, es quien ha coordinado a pie de montaje las labores y, junto con él, 16 personas de Cruz Roja han trabajado desde las 9.00 hasta las 17.00 horas sobre el diseño hecho por Sanidad.
Por último, el presidente del Cabildo destaca “la dedicación y profesionalidad de los operarios que han hecho un trabajo excelente y desde la corporación insular agradecemos enormemente este esfuerzo, que sirve para que estemos prevenidos con este hospital ante cualquier circunstancia sanitaria urgente derivada de esta crisis del coronavirus Covid-19”.
El Cabildo aporta una máquina de análisis de COVID-19 que hace 50 pruebas por hora
El Cabildo de Tenerife, a través del Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), ha aportado un instrumento de qPCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, traducido del inglés) que facilita el diagnóstico de casos de COVID-19 al Complejo Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC). El citado instrumento fue cedido el pasado 27 de febrero, adelantándose a las necesidades que pudieran surgir.
El equipo de qPCR, que se utiliza habitualmente en el laboratorio de genómica del ITER, está ubicado en los laboratorios del complejo hospitalario, y permite conocer si una muestra (generalmente recogida a través de las fosas nasales, aunque también puede proceder de boca, de las heces o de la sangre), contiene el virus SARS-CoV-2, y determinar la carga viral de la misma. Estos dos parámetros son esenciales para el diagnóstico y las medidas que deben tomar los profesionales clínicos.
Asimismo, durante la última semana se ha incorporado, además, personal técnico e investigador del área de Genómica del propio ITER, liderado por el Dr. Carlos Flores, a los laboratorios del hospital, de manera totalmente voluntaria y desinteresada.
La idea de la colaboración es apoyar al equipo humano del Servicio de Microbiología del HUNSC durante el proceso de realización de los análisis, con la finalidad de incrementar el número de pruebas realizadas diariamente y de dar un respiro, en la medida de lo posible, a los profesionales que llevan semanas ocupándose de estas tareas.
El personal del ITER que está colaborando con el HUNSC tiene una gran experiencia investigadora en los procedimientos de preparación de las muestras (extracción del ARN vírico), la utilización de las técnicas de PCR requeridas, robots de automatización, así como en el manejo seguro de los Equipos de Protección Individual necesarios para preservar su salud.
La selección de este personal se ha realizado siguiendo una serie de criterios: voluntariedad, formación, experiencia previa, disponibilidad de horarios flexibles, la posibilidad para poder acometer medidas de aislamiento físico en sus domicilios durante los periodos de descanso, y la existencia de contacto con población de riesgo en sus domicilios (personas dependientes, niños, personas jóvenes y mayores con otros factores de riesgo).