Adeje.- El Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST) asegura que la cualificación de los trabajadores de Canarias no se ajusta a las necesidades del mercado laboral y pide al sector público que adecuen las actuales políticas de empleo para dar respuesta a los nuevos perfiles profesionales que se requieren para reactivar la economía de las islas.
Desde el CEST consideran que la consolidación de empleo estable y de calidad en las islas pasa por redirigir la formación de los demandantes de empleo para atender los perfiles profesionales que requieren las empresas. “No se trata de dar más formación a los desempleados sino de adecuarla a las competencias y habilidades que exige el contexto actual”, asegura su presidente, Roberto Ucelay.
El máximo representante de los empresarios de la comarca Sur afirma que la falta de personal cualificado está suponiendo un problema para las empresas de cara a la contratación y cobertura de puestos de trabajo lo que “genera un claro desequilibrio entre el paro en los municipios del sur y la escasez de trabajadores que sufren las compañías de la zona”.
“Resulta ilógico que tengamos que buscar fuera de Canarias profesionales con determinada formación cuando en los municipios del Sur hay más de 20.000 personas en situación de desempleo”, añade.
En este sentido, explica que las necesidades del mercado, obligan a las empresas a adecuarse a un ecosistema digital y sostenible para el que requieren disponer de capacidades profesionales específicas que, a día de hoy, son imposibles de conseguir”.
Entre los puestos más demandados se encuentran aquellos que realicen labores de marketing, administración o digitalización. Además, las demandas de un mercado turístico, cada vez más exigente, requiere seguir potenciando la formación en hostelería y restauración.
Roberto Ucelay recalca la importancia de garantizar la calidad de los diferentes cursos y estudios que se ofrecen a los profesionales. “Debemos ofrecer a los trabajadores el aprendizaje práctico necesario para garantizar que pueden desempeñar con soltura las funciones que conlleva su puesto de trabajo”, añade.
Además, asegura que “parece que los canales que conectan al empresariado con los trabajadores no están funcionando de manera correcta. La vehiculización de las ofertas, de la información sobre puestos requeridos y los profesionales desempleados, está siendo deficiente y tiene como resultado una muy baja adecuación entre las necesidades que manifiestan las empresas y las habilidades y conocimientos de las personas que acceden a los puestos”. Recalca que la deficiencia de los procesos públicos de empleo está distorsionando las relaciones laborales y obviando los perfiles que se precisan.