Madrid.- Coalición Canaria ha votado hoy, jueves, en contra de la nueva ley de bienestar animal porque la normativa estatal aprobada en el Congreso de los Diputados no contempla el control de especies animales introducidas en las islas que son una amenaza directa para la conservación de la fauna y la flora autóctonas de Canarias. Desde esta posición, la portavoz de Coalición Ana Oramas subrayó que la nueva ley de ámbito estatal no va a responder a las necesidades de conservación animal en las islas y también solapa competencias propias de la comunidad autónoma.
En su intervención ante el pleno del Congreso, Ana Oramas compartió la voluntad legislativa que actualiza las políticas de bienestar animal, pero advirtió de que su aplicación puede provocar efectos no deseados en el medio ambiente de Canarias. “Este proyecto de ley es un importante avance en la prevención y la persecución del maltrato animal, así como en la prevención y el control de las especies exóticas invasoras”, argumentó la portavoz de Coalición, “sin embargo, también introduce definiciones que, si se aprueban con esta redacción propuesta, contribuirán a la extinción de especies de reptiles, aves y mamíferos endémicos de Canarias”.
En este ámbito, Ana Oramas abordó la situación de los gatos asilvestrados que, dijo, “son una amenaza directa para nuestra fauna”. La portavoz de Coalición Canaria recordó que varios estudios científicos apuntan que el gato asilvestrado es el causante de la extinción de hasta el 14% de aves, reptiles y pequeños mamíferos en territorios insulares de todo el planeta y que ya son la principal amenaza para el 8% de las que se consideran en situación de peligro crítico para su conservación. “Por mucho que se empeñen algunos y pretendan imponerlo en esta ley, hay diferentes tipos de gatos”, explicó Oramas. “Está el gato doméstico, el que tiene dueño y el que no. En el primer caso se pueden dar dos tipos: el que vive restringido en su domicilio, y al que se le permite deambular por los alrededores; y los gatos sin dueño, que se mueven por las calles aprovechando recursos que les dan algunas personas. Luego están los gatos asilvestrados, confundidos a menudo por animalistas con los gatos sin dueño; pero estos son gatos que se han adaptado a la vida silvestre y que no dependen en absoluto del aporte de comida por el ser humano. Son tan salvajes como cualquier animal silvestre, y probablemente ningún animalista haya logrado verlos porque son sigilosos, de actividad nocturna y alejados de núcleos urbanos”.
Sobre su incidencia directa en Canarias, la portavoz de Coalición advirtió de los daños que causan los gatos asilvestrados en otras especies animales. “Los gatos que deambulan por pueblos y ciudades, con dueño o sin ellos, aunque estén alimentados, depredan sobre especies introducidas como roedores, pero también sobre fauna nativa de los alrededores, especialmente sobre lagartos y aves”, indicó Oramas, “y estos gatos asilvestrados, que en Canarias están entre las principales amenazas para los lagartos gigantes en La Gomera, El Hierro y Tenerife, especies como la lisneja, el pinzón azul de Gran Canaria, la musaraña y aves marinas”.
Oramas rechazó que la nueva ley de bienestar animal, en su artículo 3, considere “animal doméstico de compañía” a todos los gatos, ya sean mascotas domésticas o vivan asilvestrados, sin valorar para qué se utilizan o el lugar donde habitan. “Esta medida, en la práctica, implicará que las administraciones competentes no podrán desarrollar las acciones de control de gatos asilvestrados previstas en los planes de recuperación legalmente aprobados y que, en muchos casos, son o han sido objeto de financiación por la Unión Europea”, aseguró la portavoz de Coalición.
En este sentido, Ana Oramas argumentó el voto negativo de Coalición Canaria al considerar que los gatos asilvestrados deben ser excluidos específicamente de la nueva ley de bienestar animal y defendió mantener su gestión al amparo del Real Decreto 630/2013 que regula el catálogo español de especies exóticas invasoras, en el que se considera al gato asilvestrado una especie exótica invasora a efectos de control. “Esta ley falla a las islas, a sus especies propias, a su patrimonio natural. Porque nos jugamos, ni más ni menos, la pervivencia de especies de reptiles, mamíferos y aves endémicos de Canarias, especialmente protegidos por la legislación española y de la Unión Europea, para los que la depredación por los gatos asilvestrados es uno de los principales factores de amenaza”, señaló la portavoz nacionalista.